Macron pone a Francia «en guerra» con el coronavirus, cierra fronteras y suspende la reforma de pensiones
El Presidente explicó esa visión de la crisis, anunciando
medidas excepcionales.
16/03/2020
Tras el terremoto político de la primera vuelta de las elecciones
municipales, el domingo, Emmanuel
Macron se dirigió un discurso ultra solemne la noche del lunes, avanzando
esta matriz: «Francia está en estado de guerra».
Guerra sanitaria, económica, social, cultural, política… Macron explicó esa visión de la crisis, anunciando medidas excepcionales.
La segunda vuelta de las municipales quedan aplazadas, hasta una fecha
por fijar. Édouard Philippe, primer ministro de Macron, había sugerido,
horas antes, que la segunda vuelta se celebre el 21 de junio próximo. El
presidente de la República continuará consultando, en un clima de la más
extrema gravedad.
Para combatir la guerra sanitaria, contra el coronavirus, Macron
anuncia una «reducción» de la «movilidad individual» y colectiva. Sin decretar
un confinamiento «manu militari», el presidente «invita» a los franceses a
quedarse en casa, reduciendo las salidas. Las empresas son invitadas al
teletrabajo.
Unidades del Ejército ayudarán a los servicios sanitarios, ofreciendo
sus servicios para trasladar pacientes a distintos puntos de la geografía
nacional.
Guerra económica. Macron anuncia medidas excepcionales. El Estado
movilizará 300.000 millones de euros, para sostener la economía, proteger a las
empresas y los trabajadores, anunciando que el Estado evitará el cierre de
empresas y correrá a cargo de las ayudas necesarias a los más débiles. Macron
afirma que ninguna empresa francesa será declarada en bancarrota: su Gobierno
tomará medidas de protección excepcionales.
Guerra institucional. Macron anuncia la suspensión «sine die» del
proceso de aprobación de la histórica reforma del sistema nacional de
pensiones, entre otros trabajos parlamentarios. Asamblea Nacional (AN) y Senado
deberán «consagrarse» a trabajar en el rosario de decretos, medidas y proyectos
relacionados con la lucha nacional contra la pandemia.
Guerra social. Macron estima que los franceses se han comportado de
manera «irresponsable» durante los últimos días: frecuentando bares,
restaurantes, parques, jardines… El presidente anuncia «medidas coercitivas»
para castigar los comportamientos «irresponsables».
Guerra cultural. Macron está convencido de que Francia ganará la guerra
sanitaria en curso. Pero reclama un cambio profundo en los comportamientos. La
unidad nacional debe estar acompañada por un respecto estricto y escrupuloso de
las normas sanitarias básicas.
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