Bolsonaro admitió que está “al límite y que hará cumplir la Constitución “a cualquier precio”
El presidente brasileño atraviesa una fuerte crisis política además de
la emergencia sanitaria por el coronavirus.
Fuente:viapais.com.ar
03/05/2020
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro,
participó este domingo en un nuevo acto en Brasilia contra el Congreso y
la Corte Suprema en el que afirmó haber llegado “al límite” y donde se
registraron agresiones a periodistas y fotógrafos.
Bolsonaro aseguró que “las Fuerzas Armadas” y “el pueblo” están del
lado de su Gobierno y que harán cumplir la Constitución “a cualquier precio“,
al dirigirse al pequeño grupo de simpatizantes concentrados frente al Palacio
presidencial de Planalto.
Algunos fotógrafos y periodistas que cubrían el acto fueron
agredidos verbal y físicamente por manifestantes hasta que consiguieron
expulsarlos del lugar.
La protesta fue transmitida en directo por las redes sociales de
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, y se produce en un momento de
crisis política en Brasil tras la renuncia del exjuez Sergio Moro como
ministro de Justicia.
Moro presentó su dimisión la semana pasada tras la decisión de
Bolsonaro de destituir por razones desconocidas al jefe de la Policía
Federal, Mauricio Valeixo.
En su despedida, el exministro acusó al jefe de Estado de intentar “interferir
políticamente” en la Policía Federal, que investiga a dos de los hijos del
mandatario.
La Corte Suprema autorizó a la Fiscalía General abrir una
investigación contra el gobernante y el propio Moro para esclarecer la
veracidad de las acusaciones del antiguo magistrado.
El exministro prestó declaración el sábado durante ocho horas en la
sede de la Policía Federal de Curitiba y, según medios locales, presentó
“conversaciones, audios y correos electrónicos” intercambiados con Bolsonaro
que apoyarían sus graves acusaciones.
En el acto de este domingo los simpatizantes del presidente corearon
“Moro, basura” y llevaron carteles con críticas hacia el Congreso y la Corte
Suprema, que han paralizado algunas de las iniciativas de Bolsonaro desde que
llegó al poder el 1 de enero de 2019.
“Le ruego a Dios que no tengamos problemas esta semana porque llegamos
al límite. No hay más conversación, de aquí para adelante, no solo exigiremos,
haremos cumplir la Constitución y será cumplida a cualquier precio“,
aseveró Bolsonaro.
Esta es la segunda vez que el jefe de Estado participa en un acto
calificado de “antidemocrático” por la oposición y las organizaciones de
derechos humanos.
El pasado 19 de abril, Bolsonaro acudió otra manifestación similar en
la que se pidió una intervención militar y la vuelta del llamado Acto
Institucional 5. El AI-5 fue un paquete de medidas antidemocráticas aplicado
en 1968 durante la dictadura militar (1964-1985) y mediante el cual se aumentó
la represión, se proscribió a varios partidos políticos y se cesó a decenas de
parlamentarios opuestos al régimen.
Posteriormente, la Corte Suprema también autorizó investigar esos
actos, promovidos por grupos favorables al líder ultraderechista.
Estas manifestaciones también son contrarias a las medidas de
aislamiento social impuestas en la mayor parte de Brasil para contener la
pandemia de coronavirus.
Este domingo, Bolsonaro, que acostumbra a menospreciar la gravedad de
la COVID-19, a la que califica de “gripecita”, y defiende la reapertura del
comercio, volvió a asegurar que los brasileños “quieren trabajar”, aunque las
encuestas de opinión recientes dicen lo contrario.
La participación del presidente en estos actos, sumado a las críticas
por su gestión durante la pandemia, han servido de argumentos a la oposición
para presentar ante la Cámara de Diputados una treintena de solicitudes para la
apertura de un juicio político contra el gobernante con fines de
destitución.
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