Con ganas de salir de a poco y con mucho cuidado
La encuesta
realizada por Ceop para Página12 muestra el apoyo absoluto a las medidas
de protección sanitaria. Esperan flexibilización pero tienen temor al contagio.
Éxito de la cuarentena
Fuente:pagina12.com.ar
31/05/2020
Ocho de cada
diez argentinos piensan que la cuarentena fue exitosa, aunque casi la mitad de
la población sigue estando preocupada porque alguien de su familia se contagie
el virus. No obstante, a buena parte de los ciudadanos les parece bien que el
aislamiento sanitario se vaya flexibilizando y al mismo tiempo manifiestan
que tienen miedo de lo que pueda ocurrir con esa apertura. El mensaje
sería: "vayan avanzando, pero con cuidado". La imagen positiva de
Alberto Fernández sigue en niveles altísimos --ocho de cada diez personas
opinan bien o muy bien de su gestión, incluyendo obviamente votantes de
Cambiemos-- y hay acuerdo casi total (90 por ciento) en que manejó de la mejor
manera la crisis sanitaria. La popularidad va y viene, pero todos estos
diagnósticos contrastan de manera categórica con el insólito término de infectadura que
se lanzó el viernes (ver aparte).
Las
conclusiones surgen de una encuesta --especial para Página/12-- realizada
por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman.
En total se entrevistaron 1.542 personas en todo el país, respetándose las
proporciones por edad, sexo, nivel económico--social, y lugar de residencia.
Como la situación de la covid-19 es muy distinta en CABA, las ciudades de más
de 500.000 habitantes y el resto de la Argentina, el CEOP segmentó las
opiniones en cada una de esas franjas. La encuesta se terminó de procesar este
viernes.
Bacman
afirma que "los datos de este estudio salen al cruce de la discusión que
se ha instalado en nuestro país acerca de la importancia de la cuarentena. En
tal sentido, al menos desde la perspectiva de la respuesta de la opinión
pública ante esta pregunta, la cuarentena ha sido primordial y necesaria para
contener el avance de la enfermedad y evitar la importante cantidad de muertes
que se produjeron en países de Europa, como ser Italia, España, Francia o el
Reino Unido y en la actualidad se están desencadenando en países de nuestro
propio continente, tal el caso de Estados Unidos y Brasil, especialmente. En
las últimas semanas comenzó a visibilizarse en nuestro país un movimiento
anti--cuarentena. Primero voces sueltas, luego llamados a cacerolazos que resultaron
poco categóricos. El fin de semana anterior se pudieron ver algunas marchas;
con distintos argumentos, muchos de ellos extraños y hasta falaces. Como
frutilla de la torta, el viernes pasado se conoció la carta abierta
cuestionando con dureza la estrategia del gobierno para combatir la Covid 19 y
calificando la situación como infectadura". La impresión del
consultor es que esos movimientos --cacerolazos, caravanas, carta abierta--
fueron y son débiles justamente porque hay consenso en la sociedad sobre lo
adecuado que resultó la cuarentena.
En general,
la aprobación de la estrategia es pareja en todas las franjas: va del 79 al 81
por ciento, un poco más entre hombres que entre mujeres; tiene mucho respaldo
entre personas mayores de 60 y en las grandes ciudades, pero en ninguna
segmentación está por debajo del 79 por ciento. En términos de opinión pública,
es casi unanimidad.
Como en todo
el mundo, en la Argentina se plantean cuestiones relacionadas con la
flexibilización. Sólo hay un 13,8 por ciento de los encuestados a los que
directamente les parece mal, o sea no quieren ninguna apertura. Del otro lado,
un porcentaje mayor, 33,5 por ciento están de acuerdo y no ponen casi ninguna
condición. Sin embargo, el porcentaje que representa prácticamente a la mitad
de los argentinos, el 48 por ciento, afirma que está bien la flexibilización
pero que le da miedo. El dato a tener en cuenta es que una mayoría de casi el
52 por ciento del Área Metropolitana Buenos Aires, o sea Capital y el Gran
Buenos Aires, está en la última postura: flexibilizar, pero con mucho cuidado.
Se nota que allí está el centro del virus y la mayor preocupación.
"Para
la gente --analiza Bacman--, la cuestión pasa por la flexibilización de la
cuarentena, no por su eliminación. Y en tal sentido las cosas son mucho más
complejas que el antagonismo binario. La flexibilización de la cuarentena fue
una necesidad desde los primeros días de su puesta en marcha. Y es cierto que
en el transcurso del tiempo, ya van más de 70 días, tal necesidad creció debido
a dos factores: tanto por la economía como por las consecuencias actitudinales
de las molestias producidas por el encierro. La primera conclusión es que la
flexibilización de la cuarentena es percibida como necesaria, en tanto más de
ocho de cada 10 argentinos están de acuerdo con esta medida. La flexibilización
si, pero… da miedo. la mayor parte de los argentinos prefiere que se sumen más
actividades económicas a las ya existentes. Solo una pequeña minoría afirma
abiertamente que se levante".
Por supuesto
que lo que sobrevuela a la situación actual sigue siendo, como en todo el
mundo, el miedo al contagio. Y en ese panorama, cómo señaló el infectólogo
Pedro Cahn, "la cuarentena es víctima de su propio éxito". Como se
logró mitigar mucho el daño en la Argentina, una buena parte de la población le
perdió el miedo. Por eso, cuando se le pregunta a los encuestados si tienen
temor a infectarse o a que alguien de su familia se infecte, casi la mitad
dicen que tienen poco o nada de miedo. Un dato curioso es que en la franja de
los mayores de 60 la postura mayoritaria --58 por ciento-- es que tienen poco o
nada de temor, pese a que son justamente el grupo de riesgo. Mucho más miedo,
hay en la franja de 25 a 40 años, en que los que tienen poco o nada de temor son
menos de la mitad, el 45 por ciento. O sea que hay una mayoría que le tiene
miedo.
Como ocurrió
en todo el mundo, donde en un mismo país hubo zonas críticas y zonas menos
afectadas por el virus, en la Argentina --y en la encuesta de Bacman-- se ven
también con nitidez las diferencias. “El miedo subyacente (el que se obtiene al
preguntar a quién le teme más, si a la enfermedad o a las consecuencias
económicas de la propia pandemia), es otra demostración elocuente de la
importancia de la cuestión demográfica: el miedo a la Covid19 es mayor en AMBA
(donde más han crecido los contagios); en cambio, el miedo a las consecuencias
económicas crece en el interior más profundo de nuestro país. Y es lógico: las
consecuencias potenciales de la pandemia en muchas provincias se han minimizado
y la necesidad de relanzar la economía se hace más presente".
Más allá de
estos matices geográficos, lo que se percibe es una notoria unanimidad y
acuerdo con lo hecho: en pocos momentos de sus gobiernos los presidentes
consiguen 80 por ciento de adhesión a lo que hacen. Y ese consenso es lo que
explica que los gobernadores e intendentes de Cambiemos hayan mostrado casi
total sintonía con la política puesta en marcha por Alberto Fernández, que
además acordó con todos ellos los pasos a seguir.
Esta suma de
elementos, que en la encuesta del CEOP se ve en detalle, deja en el vacío el
término, ya indescifrable en sí mismo, de infectadura. No existe una
política impuesta ni por la fuerza ni por servicios de inteligencia ni
silenciando expresiones, sino medidas que tienen un enorme consenso hasta en
los votantes y dirigentes opositores.
Flexibilización
de la cuarentena
Éxito de la cuarentena



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