Fotografían por primera vez en la Argentina al loro choroy, uno de los más inteligentes del mundo
El ejemplar fue avistado mientras se alimentaba de manzanas silvestres junto a una bandada de cachañas en el Museo municipal y centro de interpretación El Charrúa, de la localidad neuquina de Aluminé.
13/05/2020
Las medidas
de aislamiento adoptadas en diferentes países para afrontar la pandemia del
coronavirus obligaron a más de 3.000 millones de personas de todo el mundo a
quedarse en sus casas. La reducción de la circulación del ser humano no sólo
generó beneficios para el medio ambiente, sino que brindó mayor libertad a
distintos animales, muchos de los cuales se animaron a deambular por zonas
antes impensadas. La última novedad vino de Neuquén, donde se fotografió
por primera vez en el país al loro choroy, uno de los animales más inteligentes
del mundo.
El ejemplar
fue avistado mientras se alimentaba de manzanas silvestres junto a una bandada
de cachañas en el Museo municipal y centro de interpretación El Charrúa, de la
localidad neuquina de Aluminé. Se trata de un loro endémico de Chile que
está adaptado a los bosques patagónicos, aunque sólo reside entre la región de
Valparaíso y la isla de Chiloé, y en algunos casos en la zona de Aisén.
Debido a
esto “los ornitólogos se preguntan por qué no está en la Argentina, donde
también se encuentran este tipo de bosques y donde hay una especie
emparentadísima con el choroy que es la cachaña”, explicó a Télam el biólogo
Juan Manuel Girini. El “Enicognathus leptorhynchus” es una de las especies
animales de mayor inteligencia, ya que llegó a desarrollar su propio lenguaje y
también tiene gran capacidad para imitar sonidos humanos. A su vez, puede
vivir hasta 60 años, por lo que también se la considera un ave longeva.
“El choroy
es muy parecido a la cachaña porque los dos son verdes, tienen las plumas de
las alas celestes, la cola roja, pero el choroy se diferencia en que es un poco
más grande, tiene la frente roja y un pico muy grande muy largo y puntiagudo
que aparentemente estaría relacionado con la alimentación que tiene del piñón,
la semilla de la araucaria”, precisó Girini.
Entre las
hipótesis que se manejan sobre la presencia de esta especie en la localidad
argentina, el biólogo indicó que la más fuerte es que “al terminar el verano,
el choroy debe haber estado en un paso fronterizo y con las migraciones altitudinales
que hacen las cachañas se mezcló con alguna bandada y bajó hasta el pueblo”.
Sin embargo, indicó que también es posible que sea un ejemplar que “ha
sido liberado o se ha escapado” porque “los loros son usados para el mascotismo
y la cachaña y el choroy no escapan a esta generalidad”.
Los animales
se dejan ver por la cuarentena
La postal
del loro choroy no es la primera de este tipo en el país. Se pudieron
ver pingüinos paseando por las playas de Miramar, carpinchos en las calles
de Necochea y ciervos de los pantanos en el del delta del río Paraná.
En Mar del Plata, los lobos marinos fueron vistos deambulando por el
puerto casi con total libertad. A su vez, la Agencia de Protección Ambiental de
Buenos Aires (APrA) informó que la calidad del aire de la Ciudad
mejoró en un 50 por ciento entre el 20 y el 25 de marzo, los cinco
primeros días del aislamiento obligatorio que decretó el Gobierno por la
pandemia, en comparación al mismo periodo del año pasado.
Estas
imágenes se replican alrededor del mundo. En el Reino Unido, se avistaron
por primera vez en 240 años águilas de cola blanca, el ave rapaz más grande del
país, en su hábitat natural. En Rusia, se logró captar por primera vez en
varios años al leopardo de las nieves, una de las especies más exóticas del
mundo. Mientras que en Tailandia, cientos de monos hambrientos
protagonizaron una pelea en la localidad de Lopburi, luego de que el
coronavirus disminuyera drásticamente el número de turistas en la zona, que
suelen alimentar a esos animales.
Por si fuera
poco, en India se hizo posible a ver la Cordillera del Himalaya desde
200 kilómetros –algo que no sucedía hace 30 años- gracias a la disminución de
la contaminación que provocó el cese de actividades industriales y la
restricción del tránsito. Algo similar sucedió en Kenia, donde se puede
volver a ver el Monte Kenia, la segunda montaña más alta de África, a una
distancia de 136 kilómetros. Finalmente, en Venecia el agua de los
canales se volvió transparente después de que se redujera el turismo y la
circulación de las embarcaciones.
Fuente:pagina12.com.ar

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