Deuda: el FMI eleva la presión sobre los acreedores para acuerden pronto con Argentina
Nadie se
beneficia de un país que cae del precipicio de la deuda, dijo Kristalina
Georgieva.
Fuente:viapais.com.ar
03/06/2020
La directora
gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva,
volvió a respaldar este miércoles a la Argentina y elevó la presión sobre los
bonistas para que pueda haber pronto un acuerdo de reestructuración de
deuda externa.
“Nadie se
beneficia de un país que cae del precipicio de la deuda”, dijo la funcionaria
internacional en un evento organizado por el diario estadounidense Washington
Post al ser consultada sobre la Argentina.
La frase
está en sintonía con aquella alocución realizada por el entonces
presidente Néstor Kirchner ante la Asamblea de Naciones Unidas en
2003, a poco de haber asumido, cuando aseguró: “Los muertos no pagan las deudas”.
La
interpretación similar entre Kirchner y Georgieva es la misma que viene usando
el presidente Alberto Fernández para presionar a los acreedores para
que bajen sus pretensiones y acepten lo que les ofrece su ministro de
Economía, Martín Guzmán.
Georgieva
agregó este miércoles que si la Argentina no logra una reestructuración dentro
de los parámetros de la sostenibilidad que le permiten sus variables
macroeconómicas, tampoco podrá hacerlo en el futuro porque no generará
capacidad de pago.
“Nadie se
beneficiaría. Porque el país quedaría excluido de los mercados, el crecimiento
sufriría, la gente sufriría e incluso los acreedores no recuperarían su dinero.
En ocasiones, es necesario realizar una reestructuración reflexiva”, resaltó
Georgieva.
La jefa del
Fondo aclaró que otros de los países, entre los más pobres del mundo y también
algunos emergentes, van a necesitar reestructurar su deuda en el corto o
mediano plazo, es decir, a partir de este mismo año o del que viene.
Desde que
estalló la pandemia de coronavirus, el organismo multilateral ya desembolsó
nada menos que 260.000 millones de dólares (de un poder de préstamos
de 1 billón de dólares) para proporcionarles financiamiento a 63 de 189 países
que habían solicitado auxilio.
(Twitter)
Para la
directora gerente del Fondo, la situación de profunda crisis a la que somete al
mundo la pandemia de Covid-19, tiene que generar un “gran reinicio” en las
relaciones económicas globales.
“Nuestras
acciones de hoy determinarán dando la respuesta final sobre si se logra un
reinicio: tenemos la oportunidad y el deber de construir un mundo más verde,
más inteligente y más justo”, dijo Georgieva al analizar la situación que
genera la pandemia.
En ese
contexto de análisis y hablando luego sobre la Argentina, la funcionaria del
organismo internacional agradeció el compromiso del Gobierno de Fernández y de
los fondos de inversión y acreedores particulares por la predisposición a
negociar.
Georgieva
aseguró que “el objetivo de la reestructuración de la deuda es encontrar una
manera en la que el país pueda pagar”. De nada servirá, insistió la
funcionaria, que la Argentina vaya a un default total y que su economía se vea
aún más golpeada.
El Fondo
Monetario en este diálogo no es juez ni parte. Sí podría resultar de vital
importancia si en el acuerdo final se incluye en el menú un cupón atado a la
variación del Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina, dado que los
acreedores ya anticiparon que en ese caso querrían que fuera el organismo el
encargado de medirlo y no el Indec.
Por otro
lado, el Fondo necesita que la Argentina acuerde un alivio considerable en
el flujo de caja con sus acreedores privados porque el organismo también tiene
pretensiones de cobrar los 44.000 millones de dólares que le pidió prestado el
país entre 2018 y 2019.
El plazo de
negociaciones terminará, al menos por ahora, el 12 de junio. Aunque el Gobierno
tiene en realidad tiempo hasta el 21 de julio para seguir con el diálogo,
porque es la Comisión de Valores de los Estados Unidos permite mantener abierta
una oferta durante 90 días desde su registro (ocurrido en este caso el 21 de
abril).
El 12 de
junio también se realizará la subasta de los seguros contra default (CDS, por
sus siglas en inglés) por unos 1.400 millones de dólares que decidió esta
semana la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), integrada por
bancos y fondos de inversión, tras declarar la cesación de pagos en los
vencimientos de los bonos globales AA21, AA26 y AA46.


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