Alejado de las cámaras, Godard cumple 90 años
El cineasta francés Jean-Luc Godard, referente inevitable de la "Nouvelle vague", cumple este jueves 90 años, alejado de las cámaras, pero con un legado que influencia al cine desde la aparición de aquel movimiento.
03/12/2020
El cineasta francés Jean-Luc Godard, referente inevitable de la "Nouvelle vague", cumple este jueves 90 años, alejado de las cámaras, pero con un legado que influencia al cine desde la aparición de aquel movimiento hace seis décadas, que renovó de forma explosiva el cine galo de posguerra.
Ello respondía a los presupuestos fijados durante sus años de crítico en la revista Cahiers du Cinéma -en la que militaban también Truffaut, Chabrol, Kast, Rivette-, que rompía con muchos conceptos de lo que era el cine en los años anteriores, aunque también hubo ventajas técnicas.
Nacido en el seno de una familia acomodada, consumía cine con fruición en la sala de la Cinemateca Francesa, donde se encontró con Truffaut, que entraba alrededor de las 10 de la mañana y permanecía allí hasta avanzada la noche.
Ambos deploraban a sus coterráneos Claude-Autant Lara, Marcel Carné, Sacha Guitry y Jean Cocteau por formalistas y anquilosados, y entronizaban a Alfred Hitchcock, John Ford, Sam Fuller, Howard Hawks y Orson Welles, a quienes reconocían como verdaderos autores de sus películas.
Marca registrada
En 1961 participó en el filme colectivo "Los siete pecados capitales" y en 1962 lanzó la impactante "Vivir su vida", con Karina como una prostituta con inquietudes espirituales, en la que introdujo textos literarios en pantalla, un fragmento de "La pasión de Juana de Arco", de Dreyer, y jugó con la música de Michel Legrand, que aparecía y desaparecía bruscamente.
Tras "Los carabineros" (1962) y "Ro.Go.PaG." (1963), otro filme colectivo, dirigió a Brigitte Bardot en "El desprecio", "Asalto frustrado" (1964) -cuyo título original, "Bande à part", inspiró a Quentin Tarantino para su productora- y "Alphaville" (1965), hasta llegar ese mismo año a "Pierrot el Loco", su último éxito masivo.
A partir de ese momento su cine se volvió más militante y a veces hermético, películas-ensayo como "Made in Usa", "La chinoise" y "Week End" (1967) espantaban espectadores de las salas.
Su filmografía nunca abandonó las búsquedas formales; pese al paso de los años siguió siendo "l'enfant terrible" que desdeñaba el resultado de las boleterías: entre otras cosas rodó la autorreferencial "Godard por Godard" (1995), y la serie "Historia(s) del cine (1998).
En 2010 rodó "Film Socialisme" (2010) y en 2014 "3x3D" y "Adieu au language" (Adiós al lenguaje), todo un manifiesto sobre su punto de vista acerca de la vida y el cine.
En 2017, Michel Hazanavicius rodó "Godard, Mon Amour", cinta que pone al cineasta tanto en el pedestal artístico e intelectual, como en el barro de la misoginia, el sectarismo y el extremismo ideológico.
Ese mismo año se estrenó el documental "Visages, villages", cinta en la que queda demostrado su carácter hosco y donde Agnès Varda va a visitarlo en su casa de Suiza, pero Godard no le abre la puerta: "Lo quiero pero es una rata", dice resignada la cineasta.
Fuente:telam.com.ar
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