Santos goleó y eliminó a Boca de la Copa
El conjunto "Xeneize" se despidió de su sueño copero con una dura derrota ante el conjunto brasileño por 3 a 0. Diego Pituca, Yeferson Soteldo y Lucas Braga marcaron para los locales.
13/01/2021
Boca Juniors se quedó en Brasil fuera de la final de
la Copa Libertadores como el martes River Plate, tras ser goleado 3 a 0 por
Santos, que así jugará el 30 de enero ese partido por el título frente a
Palmeiras en el estadio Maracaná, en una definición a pedir del país
organizador, cuyos representantes eliminaron en semifinales a los dos grandes
del fútbol argentino.
Lo curioso de esta eliminación "xeneize", que una vez más ve
frustradas sus aspiraciones de llegar a la séptima Copa Libertadores para alcanzar
a Independiente como el más ganador de este certamen, fue que llegó a Brasil
para definir la serie ante el conjunto santista con mucho mejores perspectivas
que los riverplatenses.
Sin embargo a los dirigidos por Miguel Ángel Russo les quedó muy lejos la
posibilidad de acceder a su duodécima final copera durante los 90 minutos del
partido desarrollado en el estadio Urbano Caldeira, de Vila Belmiro.
Es que ya al minuto de juego Marinho había estrellado un zurdazo bajo contra el
palo derecho del arco defendido por Esteban Andrada, al que cada vez que le
patearon al arco le convirtieron.
Y la primera vez que ocurrió eso fue apenas sobre el cuarto de hora, cuando el
venezolano Yeferson Soteldo, la figura de la cancha, remató bajo, hubo un
rebote que ningún defensor de Boca procuró interceptar, y Diego Pituca, con una
defectuosa media vuelta de zurda terminó introduciendo el balón mansamente
contra el palo izquierdo.
Ese revés tendría que haber despertado al conjunto argentino, pero nada de eso
pasó en la media hora restante de esa primera etapa, en la que sin hacer
demasiado, apenas con un mejor control del balón, Santos se fue al descanso
acumulando méritos para disfrutar de la ventaja.
Claro que era imposible que Boca pudiera invertir la carga apropiándose del
balón y conduciéndolo hacia el arco de Joao Paulo, reemplazante del titular
John, que estuvo en el 0-0 de la Bombonera pero se volvió desde Buenos Aires
contagiado de coronavirus.
Y esa imposibilidad radicó en que al decidir Russo colocar a Diego González y Jorman Campuzano como volantes internos, Franco Soldano de punta y Eduardo Salvio y Sebastián Villa corriendo por los costados, la ecuación negativa era sencilla: al equipo le faltaba fútbol.
Y no solamente de juego carecía el "xeneize", sino que era inofensivo
dentro del área rival por la insistencia de Russo en utilizar a Soldano como un
extraño "nueve de marca", que corre por todos lados tratando de
molestar la salida del rival desde el fondo, pero al hacerlo sin acompañamiento
(Carlos Tevez no está ni de cerca para eso) termina sucumbiendo en la
inoperancia.
El que trató de darle una mano en esa empresa fue Salvio, pero al abandonar su
posición para hacerlo, por falta de "timming" para eso y más allá de
que en el mundial de Rusia justamente el extécnico de Santos, Jorge Sampaoli,
lo puso de lateral derecho en el seleccionado argentino, en su primera
intervención defensiva terminó amonestado.
Boca, o mejor dicho Russo, debía corregir ese déficit ya en el arranque mismo
del segundo tiempo, pero sus variantes iniciales fueron la de Julio Buffarini
por Leonardo Jara y Nicolás Capaldo por Diego González, vale decir lateral
derecho por lateral derecho y volante de recuperación por volante de
recuperación.
Y el doble error lo pagó inmediatamente con la derrota y la eliminación
anticipada, porque en siete minutos Santos liquidó el partido con un golazo del
mencionado Soteldo y otro de Lucas Braga.
El 0-3 prematuro fue letal para este Boca insípido, sin juego ni ímpetu para
torcer un destino inevitablemente torcido, que se agravó aun más cuando apenas
tres minutos después de la tercera conquista del local, el colombiano Frank
Fabra se fue expulsado por una violenta infracción.
Quedaban 35 minutos por delante en los que Boca tuvo un par de aproximaciones
al arco brasileño como para alcanzar un descuento que igualmente de poco y nada
hubiera servido, mientras los dos jugadores que podían aportarle algo de todo
el fútbol que le hacía falta al con junto auriazul, el colombiano Edwin Cardona
y Mauro Zárate, seguían yendo y viniendo por el costado del campo de juego,
realizando un calentamiento inútil.
Así se fue Boca de la Libertadores, sin gloria y con pena, con mucha pena,
distando en mucho su imagen final con la que dejó anoche también en San Pablo
el propio River Plate, que de no ser por el VAR hubiese sido la pata argentina
de una final que ahora será absolutamente brasileña.
River llegó a ese partido también con un 0-3 abajo, pero ganó 2-0 y mereció
vencer por más, para alcanzar la definición que le hubiese calzado justa a lo
demostrado anoche, Mientras que Boca arribó a Vila Belmiro con ese 0-0 de la
Bombonera que lo habilitaba a soñar con una final que aparecía bastante
amigable, pero se diluyó en su propia impotencia, y también en las diferencias
conceptuales que hay entre Marcelo Gallardo y Russo.
A Boca al menos le quedará como consuelo la final del próximo domingo (al no
llegar a la final no se justifica la postergación de fecha que solicitó ayer a
la AFA) por la Copa Diego Armando Maradona ante Banfield. Aunque si repite lo
de hoy, el "Taladro" también puede empezar a soñar.
Fuente:telam.com.ar
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