A 50 años de la verdadera "Pelea del Siglo"
El 8 de marzo de 1071, Joe Frazier y Muhammad Alí disputaron 15 dramáticos asaltos sobre el ring del legendario Madison Square Garden de Nueva York. En la que fue la primera de los tres peleas entre ambos.
08/03/2021
De la verdadera "Pelea del Siglo", la primera que
mereció y honró esa pomposa etiqueta, se cumplirán mañana 50 años y la victoria
correspondió a Joe Frazier ante el hasta entonces imbatido y fenomenal Muhammad
Alí.
Frazier y Alí protagonizaron 15 dramáticos asaltos sobre el ring del legendario
Madison Square Garden de Nueva York en lo que en aquellas circunstancias
significó un récord de materia de espectadores en el estadio y frente a los
aparatos de televisión de norte a sur del planeta.
El fascinante choque de estilos entre la locomotora de Filadelfia y el danzarín
de Lousville había empezado a palpitarse desde los primeros meses de 1970.
En el mismo del ring del Madison, "Smokin Joe" había aplastado a
Jimmy Ellis, quien a su vez había ganado el cetro vacante de la Asociación
Mundial de Boxeo (AMB) frente al argentino Oscar "Ringo" Bonavena
tras una serie de eliminatorias para llenar la vacante de la destitución de
Alí.
Es que hacia la mitad de 1967 había ocurrido uno de los hechos más resonantes
de la historia del deporte: en el pináculo de una carrera excepcional, en el
esplendor de un súper atleta de 25 años y destrezas superlativas, Cassius
Marcellus Clay fue despojado de su campeonato del mundo por negarse a ir a
combatir en la guerra de Vietnam y condenado a una prisión que quedaría en
suspenso.
Firme en convicciones morales que devinieron asimismo religiosas, Clay asumió
las consecuencias de su decisión, renunció a su nombre originario, se convirtió
al islamismo y estuvo más de tres años alejado de los cuadriláteros.
De tal suerte, mientras Frazier se consolidaba como un portento de peleador
frontal, extremadamente fuerte y dueño de uno de los mejores ganchos de
izquierda de que se tenga memoria, Clay ahora Alí se abocaba a su militancia
humanista ("No tenía motivos para ir a Vietnam a repartir balazos. ¿Qué
mal me habían hecho esas personas?"), sin declinar un ápice de su
autoestima de pugilista notable: "soy el más bello, soy el mejor. Sólo les
he prestado la corona por un tiempo".
Alí reapareció el 26 de octubre del 70 en Atlanta con un cómodo triunfo ante un
rocoso peleador de sangre irlandesa y etiquetado como “la esperanza blanca”
(Jerry Quarry) y el 7 de diciembre, en el Madison, noqueó a Bonavena en el
último asalto para sellar su condición de ineludible retador a la faja de
Frazier.
En realidad, se trataba de un pleito tal vez más anhelado por el propio
Frazier, que se sentía desconocido en su valía, despreciado y humillado por un
mote que hacia 1964, en ocasión de ganar su título mundial, en Miami, el por
entonces Cassius Clay había propinado a Sonny Liston: “Oso feo”.
De hecho, las ocurrencias y las provocaciones de un Alí que de cada
intervención pública hacía un show redundaron en un violento cruce en la
conferencia de prensa de la presentación de la pelea: hubo manotazos, empujones
y algún que otro golpe.
La noche del lunes 8 de marzo de 1971 el Madison lució con sus mejores galas,
repleto y poblado de celebridades entre las que destacaron Jacqueline Kennedy,
el cantante Burt Bacharach, la diva mexicana María Félix (“La Doña”) y el
mismísimo Frank Sinatra, cuyo ingreso a la zona del ring side desató la mayor
ovación de la noche cuando acompañó hasta su ubicación a Joe Louis, el
legendario “Bombardero de Detroit”, postrado en una silla de ruedas a
consecuencia de una obstrucción en la aorta.
A la hora del primer tañir de la campana Frazier ostentaba un récord de 26-0 y
Alí de 31-0.
La fundacional y genuina “Pelea del Siglo” se correspondió con una
extraordinaria batalla, en cuyo primer tramo Alí impuso su autoproclamada
fórmula de volar como una mariposa y picar como una abeja, pero poco a poco
Frazier llevó las acciones a su terreno preferido, percutió y desgastó en la
media distancia y en la corta, pasó a dominar los intercambios y en la décimo
quinta y última vuelta, pese a no concretar el nocaut, consolidó su victoria
con un certero gancho zurdo que causó a Muhammad la segunda caída de su
carrera.
(La anterior había sido a manos del inglés Henry Cooper en el Arsenal Stadium
de Londres).
Consumado el merecido triunfo de Frazier por decisión unánime, la mayor parte
de la prensa internacional observó que la derrota de Alí conllevaba el derrumbe
de un mito, pero la rivalidad entre dos de los mejores pesos pesados de la
historia ofrecería otras dos páginas y ambas favorables al perdedor del 8 de
marzo de hace medio siglo.
Alí ganó por puntos el 28 de enero del 74, en el Madison, y por abandono antes
del último round el 1 de octubre del 75 en un mano a mano tan notable que más
de cuatro consideran el más electrizante de la historia del boxeo y que motivó
el documental “Suspenso en Manila”.
Fuente:telam.com.ar
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