El albertismo habla del "ocaso de la hegemonía kirchnerista" y advierte que no se sienten conducidos por Cristina Kirchner
"Un montón de compañeros del peronismo decimos que no nos sentimos conducidos por ella", argumentó a NA una fuente del círculo íntimo de Fernández.
18/03/2023
En un nuevo capítulo de fuego cruzado entre la Casa Rosada y
el ala dura del cristinismo, desde el entorno del presidente Alberto Fernández
afirman que el Frente de Todos nació ante el "ocaso de la hegemonía
kirchnerista" y advierten que no se sienten conducidos por la
vicepresidenta Cristina Kirchner.
"El problema es que ellos asumen que la
política y el centro del Frente de Todos tiene que ser que nadie discute la
conducción de Cristina, a lo que un montón de compañeros del peronismo decimos
que no nos sentimos conducidos por ella", argumentó a NA una fuente
del círculo íntimo de Fernández respecto a los constantes cuestionamientos de
La Cámpora.
En esa línea, destacó que la coalición gobernante se
forjó como un nuevo instrumento electoral y político que apostó a "superar
lo que había sido el ocaso de la hegemonía kirchnerista", luego de que
la propia ex mandataria perdió las elecciones legislativas en 2017.
"Hay compañeros que se niegan a ese paso
histórico", apuntaron desde el albertismo ante los reiterados dardos
que envían el diputado nacional Máximo Kirchner y el dirigente camporista
Andrés "Cuervo" Larroque.
Ante ese escenario, consideraron que las PASO van a
"ordenar" al Frente de Todos, pero advirtieron: "Si
algunos ponen a Cristina todo el tiempo en el centro o no hay nada, entonces es
difícil proyectar un espacio político".
Según la mirada histórica de quienes acompañan al jefe de
Estado, a partir de 2003 se comenzó a consolidar la hegemonía del kirchnerismo
en la Argentina y en el peronismo, producto de las presidencias de Néstor y
Cristina Kirchner, pero destacaron que se produjo una ruptura en 2013, cuando
el ahora ministro de Economía- y titular del Frente Renovador, Sergio Massa,
ganó ampliamente las legislativas por fuera del oficialismo de aquel momento.
"La hegemonía del kirchnerismo la rompió Sergio
(Massa)", subrayaron desde el entorno presidencial y explicaron
que la creación del Frente de Todos surgió como un dispositivo para
"recoger lo bueno de todo el proceso anterior y que no repetir lo
malo".
Al respecto, reflexionaron: "Eso significaba que la
conducción ya no era indiscutible, porque para eso habías tenido la hegemonía
kirchnerista. Esa etapa ya se había terminado. Ahora lo que se
proponía era una conducción colegiada con Cristina, como la
accionista mayoritaria, Alberto [Fernández], Sergio [Massa], los movimientos
sociales, la CGT, los gobernadores y los movimientos obreros".
"Ese era el cuerpo colegiado que tenía que
conducir el Frente de Todos. Ganamos la elección y eso no pasó",
reconoció una fuente que conoce minuciosamente lo que fue el armado de la
coalición gobernante, en la cual tan solo cinco ministros permanecen en sus
cargos desde el 10 de diciembre de 2019.
A pesar de haber ganado la elección presidencial con Alberto
Fernández como candidato, la conducción del oficialismo sigue estando más cuestionada
que nunca: "Desde el primer día dijimos que el Frente de Todos no es
recrear la hegemonía kirchnerista sino la posibilidad del peronismo de
proyectar un país por los próximos 10 años".
"Hay una crisis de conducción del espacio",
reconocieron fuentes con acceso al despacho presidencial, quienes retrucaron:
"Si la conducción de Cristina es tan inexpugnable, entonces para qué
necesitan que Alberto se suba o se baje de la pelea electoral. Lo que está
pasando es que Alberto visibiliza que hay una crisis de conducción".
Si bien las críticas son cruzadas dado que, como afirmó en
varias oportunidades el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, se trata de una
coalición integrada por fuerzas que "piensan parecido" pero no igual,
desde el albertismo reclaman soluciones para los diagnósticos.
"Criticar es facilísimo, lo que hay que preguntar es
el cómo. Son todos panelistas", cuestionaron desde el entorno
presidencial, luego de que haber atravesado momentos de tensión como la
renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque oficialista en la Cámara
de Diputados por diferencias en el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
La interna en la gestión y un frente que amaga, pero que
-aseguran- no se rompe
A pesar de las duras cartas que publicó la Vicepresidenta
para mostrar su descontento con la gestión y las críticas permanentes de los
referentes de La Cámpora, el jefe de Estado se muestra reacio a responder y
fogonear la interna.
"Es imposible que la interna no termine afectando la
gestión, por eso Alberto siempre la evitó hasta que en un momento se cansó",
reconoció una importante fuente del Gabinete nacional, quien además admitió que
para descomprimir los conflictos el Presidente debió "perder varias fichas
propias" dentro de la estructura de la administración nacional.
En esa línea, razonaron: "Alberto actuó con
responsabilidad porque si no lo hacía se agravaba la interna. Liberaba
tensiones pagando con fichas de él. Los que tenían tantas diferencias con
la gestión del Gobierno se tendrían que haber ido por
dignidad personal".
A pesar de las tensiones, el albertismo se muestra optimista
y asegura que el Frente de Todos no se va a romper: "Nunca se termina
de romper. Es como un matrimonio desgastado. No se van a divorciar. La
génesis del Frente en 2019 era un espacio que sumaba adhesiones. Hoy es un
espacio que contiene".
Los motivos que generaron la distancia entre Alberto
Fernández y Cristina Kirchner son un enigma incluso para la tropa albertista,
quienes afirmaron que el Presidente "no rompió ningún pacto" al
asumir su mandato, ya que el programa de gobierno acordado "apostaba a
avanzar en un proceso de desendeudamiento" pero no existía una hoja de
ruta detallada.
Sin embargo, lo que reconocen es que la ruptura se inició en
octubre de 2020 con la primera carta firmada por la titular del Senado, en la
cual inmortalizó la frase "funcionarios que no funcionan".
"Siempre fue disfuncional que la vicepresidenta
nunca tenga una cosa buena para decir de la gestión o del Presidente
mismo", subrayaron.
Camino a las elecciones presidenciales y con la mente puesta
en la gestión, desde el entorno de Alberto Fernández admitieron que la
ex mandataria "tiene razón cuando dice que el poder adquisitivo no se
recompuso", aunque le atribuyen la falla a la pandemia de
coronavirus y la guerra en Ucrania.
Con una inflación interanual del 102,5%, el oficialismo
sabe que no se puede volver a repetir la campaña con promesas económicas
como lo fue la vuelta a los asados en 2019. Esta vez, el eje debe estar puesto
en los niveles de empleo y lo que se pudo recomponer mientras intentan
recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
Fuente:noticiasargentina.com
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