Analizan que la causa palestina podría representar un arma de doble filo para los gobiernos árabes autoritarios
Gobiernos de países árabes reputados como autoritarios permitieron el derecho a la protesta a favor de la causa palestina, pero eso podría volverse en su contra.
13/11/2023
Un medio occidental analizó que agunos gobiernos de
países árabes reputados como autoritarios permitieron el derecho a
la protesta a favor de la causa palestina, pero eso podría volverse en su
contra.
Bahrein, Egipto y Túnez, son algunos de
los ejemplos del muestreo publicado este lunes.
El gobierno de Bahréin prohibió las
protestas desde 2011, pero permitió que se llevaran a cabo
manifestaciones propalestinas durante el mes pasado.
Fueron las más grandes desde las de la "Primavera
Árabe" allí, y los informes de los medios revelaron que
algunos de los participantes portaban carteles que mostraban al rey de
Bahréin tomado de la mano del líder israelí Benjamin Netanyahu.
Así fue como los antidisturbios acabaron
dispersando la protesta.
A finales de octubre, a los egipcios se les permitió hacer
algo que no se les había permitido hacer durante años: protestar.
El autoritario gobierno del país no defiende el derecho a
la libertad de reunión, informó la DW.
Pero hace unos quince días, el Ejecutivo de
Egipto, encabezado por el presidente Abdulfatah al Sisi, permitió que
se llevaran a cabo manifestaciones propalestinas bajo
estrictas condiciones y sólo en determinados lugares.
Algunas de las protestas de Egipto fueron
claramente promovidas por las autoridades, informaron observadores.
Los manifestantes fueron transportados en autobuses y
corearon consignas en apoyo de Al Sisi y de Palestina.
Pero otras fueron más espontáneas y algunas se
descontrolaron.
En un momento dado, algunos manifestantes se dirigieron a
la Plaza Tahrir, el centro simbólico de las protestas de 2011
en Egipto, enmarcadas en el movimiento prodemocracia
bautizado entonces como "Primavera Árabe" y que acabaron
derrocando al dictador egipcio Hosni Mubarak.
Mientras estaban allí, los cánticos pasaron
de referirse a los palestinos a repetir un estribillo habitual
en 2011 y dirigido a las autoridades egipcias: "¡Pan,
libertad, justicia social!"
"Una puerta de entrada a la política"
"La causa palestina siempre ha sido un factor de
politización para la juventud egipcia a lo largo de generaciones", explicó Hossam
el-Hamalawy, un investigador y activista egipcio que ahora vive en
Alemania y escribe un boletín periódico sobre política egipcia.
Siguió explicando: "De hecho, para muchos
activistas políticos egipcios –ya sean los que lideraron la revolución [de
2011] o estuvieron involucrados en protestas anteriores– su puerta
de entrada a la política fue la causa palestina. El levantamiento
de 2011 en Egipto fue literalmente el clímax de un proceso
que comenzó con la segunda intifada palestina una década antes".
Para evitar que alguna protesta propalestina más
se convierta en una manifestación antigubernamental, las autoridades
egipcias reprimieron aún más duramente a la disidencia, arrestando a más
de 100 y reforzando la seguridad en las plazas públicas, informó
el-Hamalawy.
Los líderes de la región "siempre han visto la
causa palestina como una forma para que la gente desahogue su ira", explicó
Joost Hiltermann, jefe del programa para Medio Oriente y Norte de
África del International Crisis Group, un grupo de expertos.
"Pero es un arma de doble filo: cuando las
circunstancias en un país son muy malas, las protestas bien podrían tomar
un giro interno y convertirse en una crítica al régimen
gobernante", acotó.
Como resultado, los líderes autoritarios debieron
entrar en un "juego muy delicado para no perder el control de
las protestas, repetidas en varias capitales árabes, y al mismo
tiempo decir lo que sus ciudadanos quieren oír".
En Túnez también se registraron grandes
protestas propalestinas y el cada vez más autoritario gobernante, Kais
Saied, practicó visiblemente equilibrios sobre la cuerda floja al abordar
el tema.
Utilizó la empatía de los tunecinos hacia los palestinos para sus
propios fines, en un intento de reforzar su popularidad.
La situación "expone lo débiles que son los
regímenes árabes, incluido Egipto; su incapacidad para influir en lo que
está sucediendo, para proteger a los palestinos y para lograr un
alto el fuego", opinó el-Hamalawy.
"Y esto está provocando un descontento generalizado.
Lo ves en todas las redes sociales: la gente está compartiendo con
avidez noticias de Palestina, así como memes, caricaturas y chistes
que ridiculizan a Al Sisi y a otros gobernantes árabes", completó.
Fuente:noticiasargentinas.com
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