Inflación sin tregua: por qué en un mes la devaluación de Milei terminó de evaporar los bolsillos
La liberación del tipo de cambio y de la mayoría de los precios de la economía licúa los ingresos de las familias a pasos agigantados. Este jueves el INDEC difunde el costo de vida de diciembre.
10/01/2024
Los bolsillos de los argentinos ya venían golpeados por el
camino impuesto por Sergio Massa en el último año de gobierno
kirchnerista. Pero la devaluación del peso del 54% anunciada
el 12 de diciembre último por la nueva administración de Javier Milei provocó
tal cimbronazo en los precios de todo tipo de productos y
bienes nacionales e importados, que una porción de la clase media quedó
a tiro de pasar a ser pobre, lo cual genera un escenario cada vez más tenso
socialmente.
Es que Milei anunció medidas para contener a los sectores
más vulnerables, como la duplicación de la asignación por hijo y el aumento del
50% en el Plan Alimentar. Pero para las clases medias no hubo anuncios, lo que
está empezando a generar zozobra en millones de familias que ven cómo, por
niveles ingresos, están cayendo rápidamente en la categoría de pobres.
Este jueves el INDEC difundirá el índice de inflación de
diciembre y de todo el 2023. Se estima que el costo de vida del último mes del
año oscilará entre 25 y 30%. Milei dijo que si da 30% habría que “llevar
en andas al ministro Luis Caputo”. Pero más allá del comentario, en
concreto esa fuerte suba, la más alta en tres décadas, se suma a más de
un año de precios en alza, lo que deja exhaustos los bolsillos de la gente.
Con impronta propia, la estrategia de Milei apunta
a sincerar los precios relativos de la economía, incluido el
valor del dólar, y lograr el déficit cero. Para alcanzar ese
objetivo, el Gobierno intenta poner en marcha una reforma
estructural del Estado e implementar el libre mercado, a
través de la Ley Ómnibus.
Pero en un régimen de alta inflación, los aumentos de
precios se vuelven sumamente sensibles ya sea al tipo de cambio, a los salarios
o bien a cualquier evento que genere incertidumbre en la economía, como un
cambio rotundo de gobierno, coinciden especialistas.
Así, el alza generalizada en los precios de
la economía doméstica se agravó por el impacto de la devaluación dispuesta
por la nueva administración el pasado 12 de diciembre. La medida determinó una
especie de punto de partida para que la mayoría de las compañías subieran los
precios muy por encima de la inflación promedio en las semanas previas.
El salto cambiario marcó inmediatos aumentos en el rubro
de alimentos que, en algunos casos, superaron el 100%, tras el
anuncio oficial. A estas subas se sumaron las actualizaciones de
precios hasta ahora regulados como tarifas de energía, transporte y
prepagas.
El mayor impacto lo sufrió la actualización de las tarifas
de transporte (45,32%), pero también los incrementos en prepagas (40%
en promedio), rubros que seguirán aumentando durante los próximos meses.
Por otra parte, también se registraron alzas significativas
en los combustibles -30% en diciembre y 27% en enero- lo que
tendrá un fuerte impacto en toda la cadena productiva.
El principal desafío del Gobierno está en lograr que la
implementación de las medidas de shock no se lleve puestos los
salarios de la mayoría de la población y, a su vez, repuntar la inevitable
contracción del mercado interno y la recesión de la actividad, en el menor
tiempo posible.
Las subas anunciadas para la Asignación Universal por Hijo
(AUH), la Tarjeta Alimentar y el pago de bonos a jubilados, son intentos
para mitigar los efectos negativos de la inercia inflacionaria
en los sectores más vulnerables de la sociedad. Sin embargo, estas medidas
podrían no ser suficientes para contrarrestar el impacto económico negativo.
Estos factores en su conjunto generan una marcada
aceleración de precios que, por el momento, no viene acompañada de una política
de recomposición de ingresos que permita recuperar el poder de compra
de las familias.
Ante este panorama, los especialistas indican que en los
próximos 4 o 6 meses, la incidencia de la fluctuación de los precios en las
tasas de inflación futuras dependerá del nivel de confianza que
el Gobierno pueda generar en la sociedad y de cómo perciba ésta el
conjunto de medidas.
Si bien el programa de ajuste del gobierno nacional podría
bajar la inflación, la realidad marca que cuatro de cada 10 argentinos
ya viven en la pobreza. Los economistas advierten que la cifra
aumentará a medida que la inflación deje a más personas sin posibilidad de
adquirir bienes básicos.
Fuente:noticiasargentinas.com
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