Semana compleja para el oficialismo en el Senado: al borde de hilvanar tres derrotas en un día
Se sancionará la ley de financiamiento universitario y le voltearían el DNU de la SIDE. A este cóctel podría sumarse la Boleta Única de Papel, que naufraga desde enero en la Cámara alta.
08/09/2024
El oficialismo inicia una semana clave en el Senado. No solo
porque tiene aseguradas las derrotas con el proyecto que incrementa el
presupuesto universitario y el DNU que le otorga fondos millonarios a la SIDE,
sino que podría sumar un tercer traspié con la iniciativa que implanta la
Boleta Única de Papel (BUP) como nuevo instrumento de votación.
A las 14 del próximo jueves, el recinto volverá a reunir al
pleno de la Cámara alta tal como quedó pactado en la reunión de Labor
Parlamentaria que se realizó el miércoles en el despacho de la vicepresidenta y
titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, en una semana que estuvo
signada por las desprolijidades.
Hasta ése encuentro, la incertidumbre sobre la sesión era
total a razón de que las tres temáticas socavaban intereses contrapuestos entre
los diversos bloques senatoriales. Por un lado, el kirchnerismo pujó en soledad
el martes y el miércoles para que se sesionara por el financiamiento
universitario y el decreto de la SID, y propinarle así un golpe al
Ejecutivo.
La BUP fue empujada por el Gobierno y Villarruel, y sería la
única victoria pírrica que podría anotarse el Ejecutivo en su haber por cuatro
motivos: el primero, es que no fue un proyecto del oficialismo. Segundo, porque
desde Balcarce 50 aspiraban a una reforma electoral integral que involucre, por
ejemplo, la eliminación de las PASO, ambición que fue cortada de cuajo por los
dialoguistas. Tercero, porque por las modificaciones deberá regresar a
Diputados y recién ahí podrá anotarse el Ejecutivo, en tándem con Villarruel,
el poroto de la victoria.
El último, es que la BUP perderá estado parlamentario en
febrero del año que viene. Además, si la votación resultara negativa no podrá
tratarse hasta el año próximo, algo que sería inhabitual porque, por acuerdo un
implícito, los partidos nunca cambian las reglas del juego durante un año
electoral.
Por estas razones, en calidad de aliados y para no
cargar a la Casa Rosada con una triple derrota la semana pasada los presidentes
de los bloques decidieron, con excepción del kirchnerismo, posponer el
tratamiento en el recinto por algunos días más para intentar recolectar los
votos para la BUP.
En Balcarce 50 fantaseaban con un poroteo inexistente. Según
pudo saber Noticias Argentinas, el que alertó sobre esta situación fue el
secretario Parlamentario, Agustín Giustinian. Fue ahí cuando Villarruel reportó
el panorama y activó, por segunda semana consecutiva, un plan de contención
para evitar ir al recinto el jueves pasado.
Voces con terminales en la oficina de Villarruel sostuvieron
ante NA que solo se intentó "proteger al Gobierno de una derrota y
mantener los lazos sanos con los bloques dialoguistas". La última parte de
la oración se vio reflejada en el plan de sesión que quedó oficializado -como
rara vez sucede- una semana antes.
También pusieron el foco en la fragmentación del mosaico
político actual y que se replica en el Senado. A su vez, dejaron en claro que
la negociación, de ahora en más, ya no depende del despacho de
Villarruel.
En las últimas semanas, enviados de la Jefatura de Gabinete,
de Guillermo Francos, recorrieron los pasillos del Palacio Legislativo en busca
de los consensos necesarios para afinar las modificaciones al proyecto que
contó con un dictamen mayoritario firmado por la UCR, el PRO, LLA y algunos
federales. Es decir, los aspectos técnicos ya fueron resueltos y falta que la
Rosada abroche los votos restantes.
Quienes habrían puesto nuevas trabas a la BUP serían los
radicales correntinos: Eduardo Vischi, titular del bloque UCR, y Mercedes
Valenzuela. Se trata de dos espadas del gobernador Gustavo Valdés. La nueva
modalidad a la que se aspira rompería su entramado electoral actual de listas
colectoras.
Valdés tiene para 2025 las elecciones Ejecutivas y le
apareció el año pasado un serio competidor interno: el ex gobernador Ricardo
Colombi. Si bien viene de darle un paliza electoral en las elecciones del
Comité de esa provincia, el caso Loan Peña puso en jaque a Valdés en las
últimas semanas.
No obstante, no solo las dudas en el conteo final sobre BUP
marchaban por el Litoral argentino, sino también por la Patagonia. Al cierre de
esta nota no había certezas sobre qué iban a hacer los santacruceños José María
Carambia y Natalia Gadano. Ambos senadores se ganaron la desconfianza de toda
la Cámara alta por sus acciones durante la estadía de la Ley Bases.
Fuente:noticiasargentinas.com
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