La Hidrovía Paraná-Paraguay se convierte en uno de los ejes principales de la política de seguridad mundial
La Hidrovía no solo es noticia por la puja de las grandes compañías dragadoras que participarán de la licitación del gobierno de Milei, también lo es por ser una veloz autopista por donde circulan drogas ilícitas para el resto del mundo.
30/12/2024
Si bien no es novedad, desde comienzos de la década existen
informes precisos acerca del accionar de organizaciones criminales
trasnacionales que utilizan la vía troncal fluvial para llevar cocaína y otras
drogas al mercado europeo, asiático e incluso de Oceanía.
El contexto actual vuelve a poner sobre la mesa la gravedad
de la crisis de seguridad que implican la falta de controles para evitar que
los productos ilícitos alcancen el Océano Atlántico.
Recientemente, el presidente electo de los Estados
Unidos, Donald Trump, anunció que declarará a los cárteles del narcotráfico
como terroristas, lo que llevaría a combatirlos con el mayor poder de fuego
e inteligencia disponible en América del Norte.
Para el experto en seguridad pública, Jorge Luis
Vidal, “Trump lo hace para presionar a México, porque dentro de la ley
norteamericana, cuando se declara terrorista a un grupo que tiene
incidencia en el delito, con acciones violentas que provocal la muerte de
ciudadanos dentro de Estados Unidos, se puede ir tras ellos. Por eso Andrés
Manuel López Obrador, el ex presidente mexicano, le dijo a Donald Trump, cuando
éste estaba en campaña, que ni se le ocurra llevar adelante esa acción porque
se trataría de una violación de la soberanía de México. Es decir,
enviar grupos, comandos, a luchar en territorio mexicano para desarticular
a aquellas bandas, a aquellos cárteles ya considerados terroristas por Estados
Unidos, según Trump, en territorio mexicano. Pero, en principio, es una
manera de presionar al Estado mexicano”.
Ahora bien, en Argentina, el aliado político más importante
en la región sudamericana de Donald Trump es el presidente, Javier
Milei, cuya administración realizará una compulsa
internacional para el dragado y balizamiento de la hidrovía Paraná-Paraguay que
constituye una autopista fluvial vital para la economía de los países que
integran el Mercosur y por donde tienen salida los productos que la región le
ofrece al mundo.
Pero no se trata sólo de conciliar la mejor oferta por el
servicio logístico. También se trata de una cuestión de seguridad
mundial.
La sintonía con la administración republicana que asumirá el
control de la Casa Blanca llega al límite de permitir la instalación de
militares norteamericanos en la Hidrovía Paraná-Paraguay.
La Autoridad General de Puertos (AGP), en una de sus últimas funciones
puesto que es un organismo que será eliminado, firmó un memorándum de
entendimiento que habilita la llegada del Cuerpo de Ingenieros del
Ejército estadounidense en una de las cuencas de agua dulce más
grandes del mundo.
Por otra parte, en las últimas horas un informe
periodístico del Washington Post, muy detallado, da cuenta de
las distintas brechas de seguridad en la Hidrovía que medios como NA vienen
señalando desde hace tiempo.
La hidrovía Paraguay-Paraná, con una longitud de
aproximadamente 3,400 kilómetros, atraviesa cinco países sudamericanos: Brasil,
Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay. Diseñada para ser un eje clave de la
actividad económica, conecta 150 puertos y mueve millones de toneladas de carga
al año, alimentando esperanzas de crecimiento económico.
Sin embargo, como señaló The Washington Post, este
río de comercio se ha transformado en un río de peligro. Con el tiempo, los
traficantes han tomado el control de esta promesa, utilizándola como
una ruta clave para el contrabando de cocaína hacia Europa.
La autopista fluvial fue inaugurada en 1992, para competir
con las grandes rutas comerciales globales, enlazando las áreas agrícolas del
continente con los mercados mundiales.
La importancia logística para el comercio lícito está fuera
de toda duda pero la ONU puso la lupa a través de su oficina
contra la Droga y el Delito (UNODC) y reveló un aumento de
cinco veces en las incautaciones de cocaína relacionadas con la hidrovía entre
2010 y 2021, lo que destaca su creciente papel en el comercio mundial de
drogas.
Con las denuncias en las embajadas y en los despachos
gubernamentales se activaron más controles que terminaron por ser insuficientes
frente a la imaginación y el poder de corrupción de las redes del crimen
organizado.
En junio de 2022, la Aduana argentina tomó la
decisión de comenzar a escanear todos los containers que hacen trasbordos en
los puertos de Rosario, Buenos Aires o San Nicolás. Especialmente, los
provenientes de Paraguay con destino a países de Europa o África. La cocaína
que pasa de contrabando proviene de Bolivia y Perú.
Y, estos controles fueron una política de Estado porque se
implementaron con Guillemo Mitchel durante el gobierno de Alberto Fernández y
Sergio Massa en el ministerio de Economía y continuó durante la breve gestión
de Rosana Lodovico en el gobierno de Javier Milei.
El circuito de tráfico ilegal se
originó, principalmente, en los puertos de Paraguay, continuaba en
barcazas a lo largo de la Hidrovía y luego pasaba a barcos de gran porte en
Argentina antes de salir al océano Atlántico.
La Unión Europea da cuenta de una gran cantidad de
incautaciones de drogas realizadas en sus países miembros que colocaron, en
blanco sobre negro, un original modus operandi que se repetía en el
tiempo.
En febrero de 2021, autoridades de la aduana del puerto de
Hamburgo, Alemania, decomisaron 16 toneladas de cocaína, que habían llegado
ocultos en latas de pintura acrílica, en contenedores procedentes de Paraguay.
Fue la mayor cantidad de cocaína confiscada en Europa hasta ese momento. El
trasbordo en el puerto de Buenos Aires había sido clave en esa operación, que
se presume estuvo a cargo del Primeiro Comando da Capital de Brasil.
Según el sitio especializado insightcrime.org el, “El Primer
Comando Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC), es la red criminal más
grande y organizada de Brasil. Se originó en São Paulo en la década de los 90 y
se ha abierto un sangriento camino hacia el poder criminal en todo el país. Se
presume que el grupo tiene miembros en todos los estados de Brasil y ha
expandido sus operaciones a otros países latinoamericanos, además de Europa y
Asia”.
En 2022 se descubrieron 4 toneladas de cocaína pura fueron
incautadas en el puerto de Rotterdam, en los Países Bajos, escondidas en bolsas
que transportaban granos de soja. Pocos meses más tarde, en mayo de 2022, en el
puerto de Newcastle, en Australia, se decomisaron 50 kilos de cocaína
transportados por un barco cerealero que había zarpado del puerto santafesino
de Timbúes.
Ejemplos varios de casos de tráfico de drogas ilícitas que
fueron descubiertos. Queda librada a la imaginación del lector la cantidad de
casos que nunca fueron revelados y que inundaron de cocaína y otros productos
al exigente mercado europeo y asiático.
De cualquier manera, la eficacia de los controles
más estrictos en los puertos argentinos dificultó las operaciones ilegales y
obligó a los narcotraficantes a adaptarse para continuar con las operaciones. Un
tema que conocen desde el origen de sus actividades. Debe ser uno de los
sectores más dinámicos de la economía en ese sentido. En ese contexto, Montevideo
y su puerto, se convirtieron en el principal punto de salida, principalmente
por la falta de escaners y de radarización en gran parte del país.
Ejemplos del nuevo circuito de exportación hay varios. En
junio de 2022 en Bélgica fueron secuestradas 5 toneladas de cocaína oculta en
contenedores de arroz en un barco que partió de Montevideo. En septiembre
encontraron 1822 kilos en un contenedor de azúcar que también iba rumbo a
Bélgica y en noviembre 653 kilos en un contenedor de carne.
El puerto de Montevideo, situado al extremo de la
Hidrovía Paraná-Paraguay, se convirtió en un punto de tránsito de cocaína
clave. Los grupos criminales ya no solo están enviando cocaína a través de
contenedores. También están almacenando drogas en territorio uruguayo,
aumentando las preocupaciones.
Lo cierto es que la crisis de seguridad mundial que implica
el comercio de drogas ilícitas fue advertida en el año 2021 por las Naciones
Unidas cuyos funcionarios redactaron varios dossiers explicando que los narcos
en Bolivia estaban creando varios corredores a lo largo de ríos y canales en el
país andino, lo que amenaza con complicar los esfuerzos del país por detener el
flujo de cocaína a mercados internacionales.
Las Naciones Unidas afirmaron ese mismo año que los
narcotraficantes estaban comenzando a utilizar la hidrovía Paraguay-Paraná en
la frontera este del país, que lo conecta con sistemas fluviales de toda la
región y facilita el acceso a los compradores de África y Europa.
Nadie puede decir que no sabía. Hoy, la Hidrovía no es
sólo sinónimo de una licitación millonaria por su dragado también es foco de
una cuestión de seguridad mundial.
Fuente:noticiasargentinas.com
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