El discurso de Javier Milei en Davos: el Gobierno debe enfocarse en la economía y no en la sexualidad ajena
El Presidente criticó al wokismo y Guillermo Francos habló de sexualidad "puertas adentro", alineándose con Putin, e ignorando casos como el de Alice Weidel.
26/01/2025
El discurso del presidente Javier
Milei en Davos partió de una premisa correcta (luchar contra el
mundo woke), pero, por momentos, cayó en consideraciones patéticas y
utilizó la misma estrategia que históricamente han empleado los cultores del
wokismo.
Somos muchos los que, desde hace años, criticamos el autoritarismo
woke y su intención de imponer una agenda única. El feminismo
extremo, que intentó deshacerse de la presunción de inocencia,
los deportistas trans que compiten contra mujeres y ganan por
tener cuerpo masculino, los hombres violadores que, al momento de ser
condenados, se declararon mujeres para ingresar a cárceles femeninas y, una vez
allí, violar a las reclusas. La lista de atrocidades ha sido enorme. Considero
que la hormonización y las cirugías de cambio de sexo en niños han
sido una de las mayores aberraciones médicas de la historia. Todo
esto ocurrió con la complicidad de políticos, periodistas, instituciones y
universidades.
Además, el mundo woke canceló y acosó a
quienes enfrentaban sus dogmas: ciudadanos que perdían sus empleos,
profesores despedidos, y cualquiera que osara enfrentarse a los seguidores de
esta "religión woke" sufría los embates furiosos de
legiones de autoritarios. Incluso figuras poderosas, como la escritora J.K.
Rowling (autora de Harry Potter), fueron acosadas por
afirmar que, aunque puede haber muchos géneros, solo existen dos sexos.
Rowling explicó repetidamente que su posición defendía a las mujeres (lo mismo
que acaba de dictaminar Trump en una orden ejecutiva) y que no
tenía ningún problema con las personas trans. Sin embargo, es imposible razonar
con una horda de individuos ofendidos por quien defiende verdades
biológicas.
Hay muchísimas razones para luchar contra la cultura
woke, pero lo que no se puede hacer es convertirse en una versión
inversa de ellos. No se puede utilizar sus mismas metodologías. Milei
planteó esa batalla en Davos, pero se excedió. Usar como único
ejemplo un caso real de pederastia en una pareja gay que abusó
de sus hijos adoptivos (William y Zachary Zulock) y cargar sobre toda la
comunidad homosexual el estigma de pederastas es una falacia
delirante. Los casos de pederastia ocurren, en su mayoría, dentro de grupos
familiares. Ha habido sacerdotes pederastas, y el propio Milei cae
en contradicción cuando, en el mismo discurso, menciona el escándalo de niñas
violadas en el Reino Unido, cuyos responsables fueron exclusivamente hombres
heterosexuales. Todos los argumentos válidos contra la ideología de
género quedan desvirtuados cuando se intenta estigmatizar a
homosexuales o lesbianas.
Las aclaraciones posteriores de Guillermo Francos,
afirmando que al gobierno no le importa lo que hagan los homosexuales “puertas
adentro”, muestran la pobreza intelectual de la
administración en estos temas. Ningún gobierno tiene derecho a dictar
lo que las personas deben hacer respecto a su orientación sexual. Los liberales
defendemos eso desde siempre. Lo dicho por el gobierno está en sintonía con
la Rusia de Putin. Quienes defienden ciertas ideas como dogmas
tienden a creer que su grupo es exactamente como ellos lo definen, excluyendo a
quienes piensan diferente.
El gobierno parece asumir que todos los homosexuales
son de izquierda, lo cual es desopilante. Miles de
homosexuales votaron a Milei en contra del peronismo, y grandes
líderes de derecha en el mundo son gays. Alice Weidel, líder de
la AfD, el partido más a la derecha en Alemania, es lesbiana y
tiene dos hijos con su esposa, una cineasta de Sri Lanka. Weidel fue recientemente
elogiada por Elon Musk. ¿Pensarán en LLA que Alice Weidel abusa
de sus hijos?
Lo mismo sucede con el feminismo extremo. Este
feminismo ha distorsionado los conceptos del feminismo histórico y
es criticado por feministas de toda la vida. El feminismo tiene una larga
historia en el mundo y en Argentina. Victoria Ocampo fue la
primera feminista argentina y el primer peronismo la encarceló.
Confundir el feminismo woke, que sostiene que todos los hombres son
potenciales violadores, con el feminismo que ha trabajado para que las
mujeres tengan los mismos derechos laborales y sociales que los hombres,
es un error conceptual. Asimismo, mezclar el aborto con la baja de la
natalidad es otro desacierto. Se puede estar a favor o en contra del
aborto, pero la baja de la natalidad en el mundo desarrollado no tiene relación
con este tema. Decir lo contrario es un error conceptual.
Es mucho mejor que Milei hable de economía, el
terreno en el que se siente más cómodo. Que el kirchnerismo haya
utilizado políticamente causas identitarias no habilita a este gobierno a hacer
lo mismo en sentido contrario. Si el kirchnerismo ejerció actos de
corrupción ligados a la cuestión LGBTI, este gobierno debe cortar esas
prácticas y acusar a los autores. Lo que no puede hacer este ni ningún gobierno
es opinar sobre la sexualidad de las personas.
Argentina sigue siendo un enfermo grave, y el
gobierno debe concentrar su energía en la economía. El movimiento
woke está en decadencia, y nunca hay que interrumpir al rival cuando se
está equivocando. No se combate a los dogmáticos con dogmas. Hay que desmontar
las mentiras del mundo woke, nunca usar sus armas ni, mucho menos, recurrir
a la mentira o la discriminación.
Fuente:noticiasargentinas.com
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