Alumnos de 5° Grado de la Escuela de El Ceibal realizaron la tradicional bicicleteada que enseña valores y cuidado del medio ambiente
La iniciativa comenzó hace ya diez años, impulsada por el docente, Aldo Palomo, quien comentó; “les propuse a mis alumnos ir a poner velas a Santa Rita, patrona del pueblo, pero de una manera especial: en bicicleta.
17/06/2025
En el marco del mes del Medio Ambiente, los alumnos de 5º
grado, de la escuela Nº 806 “América Gonzales de Risso Patrón” de El Ceibal
departamento copo, realizaron la tradicional bicicleteada que se destaca por
una propuesta original, educativa y profundamente humana; promueve el contacto
con la naturaleza, el uso de medios de transporte sustentables y la práctica de
valores como la solidaridad y el compañerismo.
La iniciativa comenzó hace ya diez años, impulsada por el
docente, Aldo Palomo, quien comentó; “les propuse a mis alumnos ir a poner
velas a Santa Rita, patrona del pueblo, pero de una manera especial: en
bicicleta. “Les pregunté si querían acompañarme, y con mucho entusiasmo
aceptaron. Ese día compartimos algo distinto y sentí que podía convertirse en
una tradición”.
Este año, la salida se realizó el 5 de junio, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, bajo el lema: “Por un medio ambiente más sano”. La propuesta no solo apunta a promover una vida activa y saludable, sino también a crear conciencia sobre el cuidado del entorno.
El destino elegido desde hace tres años es el "Campo de
Cupi", un espacio natural que es prestado generosamente para la ocasión.
Allí los niños disfrutan juegos tradicionales como carreras a pie, embolsados,
partidos de fútbol y juegos en grupo. “Son juegos que hoy ya no practican tanto
porque la tecnología los va reemplazando”, reflexiona la docente.
Desde entonces, cada año, la salida se repite, y con el
tiempo fue tomando un sentido más amplio. Además del recorrido en bici —que
fomenta una vida saludable y libre de emisiones contaminantes—, los alumnos
recolectan alimentos y ropa para donar a personas de la comunidad. Así, la
jornada también se convierte en una experiencia solidaria y significativa.
“La felicidad que se ve en sus rostros no tiene precio”, asegura, convencido de que estas experiencias dejan huellas profundas. “Estoy seguro de que no las van a olvidar nunca. Y yo tampoco” señaló.
Cada edición cuenta con el apoyo del equipo directivo, las
familias que colaboran con la preparación de alimentos y el cuidado de los
chicos, y la policía local, que escolta el recorrido de ida y vuelta. La
actividad no se queda solo en lo recreativo sino en la iniciativa que promueve
la vida saludable, la solidaridad y el respeto por la naturaleza.
No hay comentarios