La responsable del embrutecimiento es CFK. Cuando se habla de “terminar con el kirchnerismo” se trata de ganarles y cambiar de raíz las practicas decadentes.
La campaña de LLA en La Matanza. (Foto: LLA)
10/08/2025
Los gestos de la política en Argentina muestran
el bajísimo nivel en el que están la mayoría de los protagonistas de la misma y
dan cuenta de que la ambición personal es el único interés de muchos de los
políticos. En Argentina está muerta la noción de servicio. Los políticos hacen
lo que sea para no perder influencia y para, digamos todo, que no se corte la
posibilidad de hacer negocios y vivir muy bien. Una prueba de eso es la patética
foto de Milei en La Matanza rodeado de dirigentes ex PRO y peronistas,
todos con un buzo violeta, que los hacía parecer heladeros, y con un cartel de
kirchnerismo Nunca Más usando el logo que viene del libro de
la Conadep y que remite a las palabras finales del fiscal Strassera en su
alegato final del juicio a las juntas. Seguramente buscaban provocar con ese
logo. Los políticos argentinos no le temen al ridículo. El jefe de turno les
ordena ponerse un buzo de heladero y un cartel provocador y todos obedecen
porque saben que si no lo hacen pueden perder su puesto y eso es lo único que
les interesa. La mayoría ha perdido la dignidad y se someten a todo tipo de
escarnio para seguir en el candelero.
La gran responsable del embrutecimiento político
argentino es CFK y mientras algunos se sacan fotos la única
preocupación que tiene ella es que le saquen la tobillera electrónica y poder
hacer reuniones. Esa es la preocupación de la lideresa que olvida que tiene un
privilegio y que muchos desearíamos que le saquen la tobillera y que vaya a una
cárcel común, que es donde debería estar, después de romper un país. El
peronismo está lleno de políticos “renovadores” como Juan Manuel Urtubey que
anunció su candidatura por el kirchnerismo. El espíritu democrático y republicano
se les agota cuando pierden influencia y ahí vuelven rápido a ponerse a las
órdenes de la condenada.
El PRO hizo un acuerdo en la ciudad que la
enorme mayoría de sus seguidores repudia. La jefa del acuerdo es Karina Milei y
su operadora Pilar Ramírez es una ex camporista. Ahora nos enteramos que la
hermana Karina veta candidatos del PRO. No solo les dieron dos lugares en la
lista, además tienen que ser del agrado de la hermana del presidente. Todo da
pena y un poco de vergüenza ajena.
Milei da un discurso electoral por cadena nacional.
La cadena nacional es para situaciones sumamente importantes. En todos los
países es igual. Usarla en modo electoral o para decir tonterías es algo que
hacía CFK o Chávez en Venezuela. Es, además, una antigüedad de cuando había
pocos canales. Luchar contra la casta usando herramientas que pretenden obligar
a los ciudadanos a escuchar al presidente es profundamente anti liberal. En el
discurso Milei dice que quiere penalizar a diputados que aprueben cosas que
incurran en déficit fiscal. Estamos de acuerdo en que la lucha contra el
déficit es prioritaria, pero es el gobierno el que debe elaborar el presupuesto
y no hay que olvidar que el poder legislativo es otro poder. Milei debería
poder ver que la gente de su bloque tiene mayoría de chicas tontas que no
pueden negociar nada, por su tontería, y el kirchnerismo se siente cómodo
desestabilizando al gobierno. El presidente se cansó de mandonear de forma
ordinaria a mucha gente que quería ayudar y ahora se ven las consecuencias.
Cuando se habla de “terminar con el kirchnerismo” se
trata de ganarles las elecciones y de cambiar de raíz las prácticas decadentes
del kirchnerismo. Cambiar la política y que la imbecilidad kirchnerista se
cambie por otra imbecilidad no parece ser lo que muchos argentinos apoyaron. En
eso tiene que pensar el gobierno y buena parte de la política. Lo que va a
pasar es que cada vez menos gente irá a votar. Así se deteriora la democracia.
Fuente:noticiasargentinas.com

No hay comentarios:
Publicar un comentario