Milei avisó que sostendrá las bandas cambiarias pero la presión para levantar el cepo a las empresas irá en aumento
El Gobierno quiere evitar la volatilidad cambiaria para sostener la desinflación, pero los mercados exigen una reducción gradual de los controles para promover inversiones reales y financieras
07/11/2025
El Gobierno no quiere sorpresas con el tipo de cambio y Javier
Milei avisó que las bandas cambiarias
continuarán hasta el 2027. En el mismo sentido ya se había manifestado el
titular del Tesoro norteamericano, Scott Bessent. Sin embargo, los
controles cambiarios que aún persisten, en particular para las empresas,
podrían seguir un camino distinto.
La expectativa de los inversores es que se sigan
levantando de forma gradual, posiblemente a partir del segundo trimestre,
cuando ingresan los dólares de la cosecha gruesa. Este año fue la
liberación del cepo para las personas físicas, pero para las empresas se
mantuvieron prácticamente todas las restricciones cambiarias del último
gobierno.
Incluso en medio de las presiones sobre el tipo de cambio en
la previa electoral, el Gobierno reimpuso algunas trabas para el público, como
la “restricción cruzada”. Se trata de la prohibición de comprar dólares
a través del MEP y el contado con liquidación (CCL) para quienes ya acudieron
al mercado oficial. Según estimaciones privadas, las empresas habrían comprado
cerca de USD 12.000 millones hasta septiembre mediante este
mecanismo, pero a través de los dueños de las firmas.
Los dilemas del cepo
Mantener el cepo sin flexibilizarlo presenta una serie de
inconvenientes. El primero es que le impediría a la Argentina volver a
la categoría de mercado emergente. Según estimó el JP Morgan en un informe
reciente, esta recategorización generaría nuevos flujos al mercado de acciones
por USD 2.600 millones de manera casi automática. Sucede que los grandes fondos
de inversión internacionales deberían replicar en sus carteras la participación
que el merado local tendría en el índice MSCI emergentes (0,5% del total) o
bien en el MSCI Latinoamérica (con un peso de 6,3%).
Pero más allá de las inversiones financieras, también se
apunta a que la liberación del cepo es un paso necesario hacia una mayor
normalización de la economía argentina. En ese sentido, el gobierno de
Milei eligió otro orden que la experiencia de Mauricio Macri.
En la gestión que arrancó en 2015 se liberaron todas las
restricciones cambiarias de la noche a la mañana. Sin embargo, nunca se pudo
alcanzar el superávit fiscal. Esta vez fue exactamente al revés. Desde el
primer mes de gestión que las cuentas públicas están en equilibrio, pero el
cepo se va levantando con lentitud e incluso con algunos retrocesos en el
camino.
Un dato importante es que mantener el esquema de bandas no
es incompatible con seguir liberando las restricciones para el acceso al
mercado cambiario. El Gobierno se mantiene firme en la idea de dar
previsibilidad respecto a la cotización de dólar. No obstante, muchos
analistas creen que sostener un ajuste de las bandas al 1%
mensual conspira contra otro de los objetivos centrales que hay para
el 2026, que es la acumulación de reservas.
Flexibilización y reservas
Con este escenario y la necesidad de captar más inversiones,
todo indica que el camino para seguir flexibilizando los controles cambiarios
continuará aunque no está claro a qué ritmo.
Otra de las incógnitas es cómo caerá entre los inversores el
anuncio de Milei respecto a la decisión de mantener las bandas cambiarias al
menos por otros dos años. En los mercados existe un convencimiento bastante
generalizado de que la mejor manera de acumular reservas que
tiene el Gobierno es liberando el cepo y, al mismo tiempo, eliminar las bandas,
que son percibidas como una transición para ir hacia un esquema de
mayor flotación.
Lo que sí resulta ineludible es la necesidad de incrementar
la compra de reservas para fortalecer al Central. Los críticos del esquema
de bandas insisten en que se trata de un corset para que se produzca esa compra
de dólares, que debería ser por montos significativos en 2026. El peligro es
que si el Tesoro compra por grandes cantidades se verifique mayor presión sobre
el tipo de cambio. La cotización oficial quedaría siempre al borde de superar
el techo, que actualmente se ubica en unos $ 1.500 para el tipo de cambio
mayorista.
Fuente:infobae.com

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