Fuerte respaldo de la Iglesia a las medidas del Gobierno frente a la pandemia de coronavirus
En la
celebración del tedeum, con la catedral de Buenos Aires desierta y a puertas
cerradas, el cardenal porteño agradeció a quienes "nos cuidan" y
reiteró que "nadie se salva solo" y que no hay espacio para
especulaciones polÃticas. Alberto Fernández siguió la ceremonia desde Olivos.
25/05/2020
En un marco
inusual para este tipo de celebraciones, con la catedral de Buenos Aires vacÃa
y a puertas cerradas, y con la participación de apenas un puñado de lÃderes y lideresas
de diferentes credos religiosos reunidos para participar del acto de acción de
gracias (tedeum) por el dÃa de la Patria, el cardenal católico Mario Poli,
parafraseó al papa Francisco para respaldar la actitud de los "gobiernos
(que) han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para
defender a la población", a pesar de que estas medidas “molestan” a
quienes se ven obligados a cumplirlas, pero sabiendo que "siempre es para
el bien común".
Con Alberto
Fernández siguiendo la ceremonia desde Olivos a través de la televisión
pública, el arzobispo porteño respaldó la idea de "primero la gente",
también sostenida por el Presidente, y subrayando que "esto es importante
porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro
económico". Poli agregó que "serÃa triste que se optara por lo
contrario, lo cual llevarÃa a la muerte a muchÃsima gente, algo asà como un
genocidio virósico". Retomando palabras de Benedicto XVI sostuvo que
"cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante
Dios". Porque, siguió diciendo el arzobispo, "Jesús nos enseña que no
se trata de 'mi prójimo'; no es el que yo elijo, el que se acomoda a mi tiempo
y no interrumpe mi vida, mis planes".
Para Poli
"el prójimo, el semejante, es más bien el que se presenta casualmente y
necesita algo de mÃ, el que no estaba previsto, el que interrumpe mi camino, me
desbarata la agenda, rompe mis esquemas, me hace detener la marcha e
inclinarme".
El cardenal
porteño dijo asimismo que "contarnos entre los que cuidamos la vida como
el don más precioso, nos enorgullece e identifica con el sacrificio de la
generación que dio origen a lo que hoy somos como Nación". Y advirtió el
arzobispo que "en este tiempo, donde la solidaridad, la hospitalidad y
fraternidad vuelven a surgir como valores que nos identifican, no debe haber
espacio para especular ni acaparar con las necesidades del pueblo".
Subrayó además que "tampoco hay lugar para llevar al terreno de las
ideologÃas, posturas partidistas o intereses sectoriales, ya que se trata de
decidir sobre la vida de todos los argentinos y, por lo tanto, se hace
necesario preservar la unidad".
Aludiendo al
texto bÃblico, elegido para la ocasión, que relata la parábola del "buen
samaritano" que sale en auxilio de un herido que encuentra en el camino,
el cardenal refirió que "en estos dÃas estamos viendo una conmovedora
representación de esta parábola". Y argumentó que nuestras vidas están hoy
"tejidas y sostenidas por personas comunes -corrientemente olvidadas-, que
no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas
del último show, pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los
acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y
enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados,
limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios...,
y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo".
Habló
también de estos "miles de samaritanos anónimos" que "se echan
al hombro la vida de los infectados y de todos nosotros" y que "con
su silencioso y cotidiano sacrificio, son los que están escribiendo honrosas y
conmovedoras páginas de la historia nacional", porque "son parte de
una gran cruzada por la vida, valorados por la gran mayorÃa del pueblo, en
especial, por los que estamos en casa y dependemos de ellos, aunque muchas
veces tengan que padecer la indiferencia de algunos y la discriminación de
otros".
Poli dijo
que "esta actitud valiente y sacrificada de tantos argentinos" le
permitió recordar palabras de Manuel Belgrano al señalar que "la Patria es
el sentimiento de libertad que es capaz de convertir en héroes a los ciudadanos
más simples".
Hablando en
la catedral desierta el cardenal Poli sostuvo que "la globalización de la
enfermedad, con sus letales cuotas de dolor y muerte, hoy nos hace caer en la
cuenta de que la 'humanidad es una' (...) y nos urge a entrelazar sentimientos
comunes con la gran familia humana".
La ceremonia
religiosa terminó con la entonación del himno nacional coreada por los
religiosos participantes y una exhortación de Poli para "aplaudir aunque
somos poquitos".
Fuente:pagina12.com.ar
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