El espionaje ilegal durante el macrismo: citan a Cristina Kirchner y Rodríguez Larreta
El juez
federal Federico Villena los convocó para que revisen lo que encontró en las
computadoras secuestradas a un narco, un espía y en el Servicio Penitenciario
Federal. La vicepresidenta y el jefe de gobierno tendrán que decidir si se
presentan como querellantes en la causa.
Fuente:pagina12.com.ar
05/06/2020
El juez
federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, citó a Cristina Fernández de
Kirchner y a Horacio Rodríguez Larreta para que verifiquen todo el material
encontrado y que fue producto de las maniobras de espionaje ilegal de las
que fueron víctimas. El magistrado quiere que la vicepresidenta y el jefe de
Gobierno porteño revisen todo lo hallado en computadoras secuestradas a un
narco, un agente de inteligencia y en el Servicio Penitenciario Federal. Si
CFK y Rodríguez Larreta comprueban que el material es auténtico, deberán
decidir si piden ser querellantes en la causa judicial en la que, al
parecer, se encontró la mayor cantidad de rastros del espionaje ilegal del
gobierno de Mauricio Macri.
En el
juzgado de Lomas decidieron no difundir la fecha de la citación aunque
todo indica que será la semana próxima. El horario de la convocatoria es el
habitual de los tribunales, pero no se quieren dar precisiones para evitar
aglomeraciones, en primer lugar por la pandemia y en segundo lugar para no
convertir la citación en un show.
Los datos de
la causa fueron adelantados en forma exclusiva por Página/12 a
principios de mayo cuando este diario informó sobre la declaración de quien es
un protagonista de máxima importancia en el expediente: un narco llamado Sergio
Rodríguez, alias Verdura. El sujeto confesó que en 2018 "hizo un
trabajito" para la Agencia Federal de Inteligencia (AFI): fue a colocarle
una caja con trotyl al edificio de la avenida Callao donde supuestamente vivía
José Luis Vila, radical, funcionario del Ministerio de Defensa.
La
declaración de Verdura provocó el allanamiento de la vivienda de un abogado,
Facundo Melo, agente orgánico de la AFI, y hace dos semanas se allanaron
también dos direcciones importantísimas del Servicio Penitenciario Federal
(SPF): la división Inteligencia, conocida como la 50, y la división Seguridad.
Las versiones indican que, en total, se encontraron 1.500 carpetas de
operaciones de espionaje ilegal a políticos, jueces, intelectuales, artistas,
periodistas, dirigentes gremiales y sociales. Entre otros espiados
figuraban Florencia Kichner y muchos dirigentes integrantes de Cambiemos
--Nicolás Massot, Cristian Ritondo, Diego Santilli- pero no directamente
alineados con Mauricio Macri. También el titular de la Corte, Carlos Rosenkranz.
Todos los
espiados serán citados por Villena para que reconozcan los elementos que se
encontraron, pero este viernes en el juzgado anunciaron ya la convocatoria de
Cristina Kirchner y Horacio Rodríguez Larreta. Algunos rumores indican que no
sólo se encontraron transcripciones de conversaciones, sino también informes de
seguimientos e imágenes en las que aparece cada uno de ellos.
Según
sostuvo el abogado Melo, su contacto en la AFI era Alan Ruíz, un hombre
vinculado a Patricia Bullrich, y dos funcionarios del SPF, uno retirado y uno
en actividad, lo que en la jerga se llaman "candados". Melo apareció
en el programa ADN, de C5N, hace tres semanas contando que también participó en
operaciones contra Pablo y Hugo Moyano. Ese diálogo con el periodista Tomás
Méndez motivó que la actual titular de la AFI, Cristina Caamaño, hiciera una
denuncia penal contra Melo: un agente o ex agente no puede violentar el secreto
asumido como obligación al incorporarse a la central de inteligencia. La
denuncia de Caamaño demuestra en forma explícita que Melo revistaba en la AFI
macrista.
El vínculo
de Melo con los penitenciarios llevó de inmediato al allanamiento de las dos
direcciones del SPF, la llamada Unidad 50, denominada de Reunión de
Información, que es Inteligencia, y la de Seguridad, que controla los
establecimientos penitenciarios. Según parece allí se encontraron más elementos
sobre la vinculación de los penitenciarios con el espionaje.
El titular
del Servicio, Emiliano Blanco, renunció hace diez días, horas después de los
allanamientos, aunque todavía no se le aceptó la renuncia, mientras que el jefe
de Inteligencia, Claudio Suriano, pidió su jubilación de manera sorpresiva. Las
renuncias traen a la actualidad las groseras maniobras de difusión de las escuchas
del penal de Ezeiza: se le dieron a periodistas afines al macrismo, grabaciones
ilegales y transcripciones de diálogos entre presos y amigos, presos y sus
familiares --incluyendo sus hijos menores-- presos y sus abogados, violando el
derecho de defensa, presos y sus parejas. Se trató de un show siniestro,
inédito en el mundo entero.
La
utilización del espionaje, las escuchas, los seguimientos, el armado de causas
mediante operaciones de inteligencia fue el instrumento que usó Mauricio Macri
para tratar de tapar la política económica a favor de los más poderosos. O sea,
se usó esa trama político--mediática--judicial para "compensar" que
mientras tanto se concretaba la más brutal fuga de capitales de la historia
argentina o el crecimiento de la pobreza, el desempleo y la caída del poder de
compra de los salarios por los récords de inflación.

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