El PRO descubrió que está contra la violencia institucional
Luego de
haber justificado las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, el PRO salió a condenar la
violencia institucional a raíz de desapariciones forzadas, asesinatos y
femicidios en Tucumán, Catamarca y San Luis.
Fuente:pagina12.com.ar
03/06/2020
"Expresamos
nuestra condena a los graves hechos de violencia institucional que se han
suscitado en los últimos días en nuestro país y que son de conocimiento
público", indicó el partido en un comunicado que firmó el ex secretario de
Derechos Humanos Claudio Avruj, pero no la presidenta del PRO, Patricia
Bullrich, quien -como ministra de Seguridad- justificó el asesinato por la
espalda de personas a manos de policías y prefectos. La nueva posición del PRO
despertó ironías y críticas en las redes, donde no dudaron de tildarlos de
hipócritas.
El
comunicado se tituló "Decimos no a la violencia institucional" y, por
su redacción, pone al partido de derecha en el mismo discurso que diversas
organizaciones de derechos humanos que, a diferencia de ese espacio,
denunciaron de manera consecuente la violencia policial e institucional a lo
largo de las últimas décadas.
En el
comunicado del PRO, indican que "la aparición sin vida de Florencia Magali
Morales y Franco Maranguello en celdas de comisarías de la provincia de San
Luis; la desaparición forzada y posterior asesinato de Luis Espinoza en Tucumán
luego abandonado en Catamarca, más los hechos de brutal
avasallamiento y agresión contra una familia de la comunidad qom en Chaco
exigen la más rigurosa investigación para identificar a los responsables y
llevarlos ante la justicia para que den cuenta de sus actos".
Un poco
tardío, el reconocimiento del PRO de las situaciones que viven los pueblos
originarios en la Argentina llega después de que, por cuatro años, los
criminalizaran, sindicando a mapuches como integrantes de una fantasmagórica
agrupación (la RAM). Bullrich, de hecho, está imputada en una causa por espiar
y reprimir a los mapuches.
"No
vamos a permitir que amparándose en el cumplimiento de las políticas sanitarias
y de aislamiento social obligatorio se violen los derechos humanos de los
argentinos y mucho menos seremos indolentes cuando se atenta contra la vida
misma. Los gobiernos provinciales son responsables, deben expresarse y actuar
en consecuencias", indicaron sobre las víctimas que fueron violentadas en
provincias gobernadas por el peronismo.
"El
PRO exige el pleno respeto de las garantías constitucionales y solicita al
Gobierno Nacional no ser indiferente pues el silencio es cómplice. Los
argentinos queremos vivir en paz y seguridad. Queremos sentirnos
cuidados", afirmaron. Además de Avruj, el comunicado lo firman los
responsables del PRO de las distintas provincias aludidas.
No estampó
su firma, en este caso, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, aunque el
comunciado fue difundido por todas las vías institucionales del partido. Se
entiende por qué la omisión: como ministra de Seguridad, Bullrich se aseguró
del justificar cuanto acto de violencia institucional ocurrió durante su paso
por el gobierno de Mauricio Macri. El mandatario, dicho sea de paso, recibió en
Casa Rosada y felicitó al policía Luis Chocobar, mientras estaba siendo
investigando penalmente por matar por la espalda al sospechoso de un delito.
Bullrich
también justificó el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel por la espalda
por parte de integrantes de la Prefectura. Antes de que siquiera comenzara la
investigación penal, la ministra emitió un comunicado en el cual aseguró que
los prefectos habían sido atacados por poco menos que un comando guerrillero.
Nunca se encontraron evidencias de esto, pero la entonces ministra jamás se retractó.
De hecho, dijo que en casos de violencia institucional como ese "no
necesitamos pruebas: le otorgamos el carácter de verdad a la versión de
Prefectura". Lo mismo hizo a lo largo de las semanas y semanas que estuvo
desaparecido Santiago Maldonado: defendió sin pruebas a los gendarmes y se negó
a hablar de desaparición forzada (un término que, por suerte, ahora el PRO
aprendió a usar en su comunicado).
También
Bullrich defendió a la Gendarmería cuando disparó contra una murga en la villa
de Bajo Flores, de la que participaban niños y donde hubo, al menos, diez
heridos. "Vamos a defender a todos los efectivos, no dejaremos que los
ataquen con tanta impunidad", dijo en ese momento. Más adelante, aprobó un
protocolo para el uso de armas letales que permitía que se disparara a una
persona que huye.
Con todos
estos antecedentes, no fue extraño que en las redes el comunicado del PRO fuera
calificado de "hipócrita" y se recordaran también las represiones
cuando se votó la rebaja al incremento de jubilaciones a fines de 2017. Otros,
en cambio, prefirieron saludar el ingreso del PRO a los partidos que repudian
la violencia institucional, luego de que su ex presidente hablara del
"curro de los derechos humanos".
Estas
incongruencias de sus aliados tampoco amilanaron al jefe del interbloque de
Juntos por el Cambio, Mario Negri, quien salió a sugerirle al presidente
Alberto Fernández que eche a su secretario de Derechos Humanos, Horacio
Pietragalla, “por la inacción de la Secretaria de Derechos Humanos ante los casos
de violencia policial en San Luis, Tucumán y Chaco”. "No hay espacio para
sesgos ideológicos o partidarios cuando están en juego los derechos
humanos", aseguró Negri.

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