Wuhan vuelve a la normalidad mientras el mundo sigue batallando contra el coronavirus
Un año después, en la metrópolis china donde se detectó el primer caso de coronavirus, los residentes practicaban Tai Chi o trotaban en un parque a orillas del rÃo Yangtze como si nada hubiera ocurrido.
23/01/2021
Hace un año, los habitantes de la ciudad
central china de Wuhan se desayunaron con un mensaje de texto en el que el
Gobierno les anunciaba el primer confinamiento por coronavirus del mundo, una
noticia que sorprendió y que serÃa la antesala de lo que iba a a ocurrir en
casi todos los rincones del planeta.
Wuhan, una urbe industrial de 11 millones de habitantes, estuvo paralizada por
76 dÃas durante los cuales China mostró al mundo la velocidad de luz con la que
construÃa hospitales y la disciplina y organización de sus habitantes para
hacer frente a una situación inédita.
Un año después, en la metrópolis china donde se detectó el primer caso de
coronavirus, los residentes practicaban Tai Chi o trotaban en un parque a
orillas del rÃo Yangtze como si nada hubiera ocurrido.
Mientras la vida volvió a la normalidad en la ciudad, el resto del mundo
batalla contra variantes más poderosas del coronavirus y hace esfuerzos por
continuar con las campañas de vacunación pese a los retrasos en las entregas o
a los suministros limitados.
Los habitantes de Wuhan ya pueden ir a discotecas y el toque de queda parece
algo lejano. "Me siento completamente seguro. La situación está bajo
control y ya no tengo miedo", afirmó Li Wenfu, un hombre de unos cincuenta
años que lleva puesta una mascarilla negra, a la agencia de noticias AFP.
Porque aunque Wuhan no registró nuevos
casos de Covid-19 desde mayo pasado, la amenaza del virus sigue ahÃ. En las
últimas semanas, varias regiones chinas volvieron a confinar a parte de su
población después de brotes epidémicos limitados.
Huang Genben, estaba seguro de que se iba a morir cuando estuvo internado 67
dÃas el año pasado y "escupÃa sangre". "Por la noche, cuando
cerraba los ojos, no sabÃa si los volverÃa a abrir", cuenta el hombre de
76 años, que se considera un "sobreviviente".
Este sábado no hay celebraciones oficiales, aunque la propaganda del Gobierno
lo recuerda. El viernes se estrenó un documental en los cines de todo el paÃs
para rendir homenaje a los salvadores y al "sacrificio" de miles de
anónimos en el peor momento de la epidemia.
Titulado "DÃas y noches en Wuhan", la pelÃcula muestra a médicos que
cuidan a los enfermos en hospitales donde la situación parece bajo control y
evita detenerse en las muertes y el pánico que se apoderó de la ciudad al
comienzo de 2020.
Wuhan aportó la mayor parte de las 4.635 muertes de China por Covid-19, un
número que se mantuvo estático durante meses hasta que la semana pasada se
registró el primer deceso por coronavirus desde mayo.
La ciudad estuvo en gran parte libre de más brotes desde que se levantó el
cierre el 8 de abril. Pero persisten las dudas sobre dónde se originó el virus
y si Wuhan y las autoridades chinas actuaron lo suficientemente rápido y con
suficiente transparencia para permitir que el mundo se prepare para una
pandemia que enfermó a más de 98 millones de personas y mató a más de 2
millones.
La llegada la semana pasada de un equipo de
la Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó que la ciudad está en el
centro de la investigación internacional sobre el origen del virus.
China anunció otros 107 casos, elevando su total desde el inicio de la pandemia
a 88.911. De ellos, la provincia norteña de Heilongjiang representó el mayor
número con 56. Beijing y el centro financiero oriental de Shanghái reportaron
tres nuevos casos en medio de pruebas masivas y cierres de hospitales y
viviendas vinculados a brotes recientes.
Las autoridades temen la posibilidad de un nuevo aumento en torno a las
vacaciones del Año Nuevo Chino, que este año empieza en febrero, y le están
recomendando a la gente no viajar y evitar las reuniones tanto como sea
posible.
Las escuelas cerraron una semana antes del inicio de las vacaciones de invierno
y el uso de mascarillas sigue siendo prácticamente universal en interiores y en
el transporte público.
Las autoridades utilizan las aplicaciones de los teléfonos para rastrear los
movimientos de las personas y detectar si estuvieron en áreas donde hubo casos
sospechosos.
Fuente:telam.com.ar
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