Biden se reúne con los líderes de la OTAN con Rusia, China y Afganistán en el foco
Estados Unidos se reencontrará con sus aliados luego de la distancia que había puesto Donald Trump para evaluar una respuesta al avance del poderío ruso y chino. Afirman que "no habrá una nueva guerra fría".
14/06/2021
El
presidente estadounidense, Joe Biden, y los demás líderes de la
OTAN iniciaron este lunes una cumbre para discutir sobre Rusia, China y Afganistán y
escenificar el reencuentro con Estados Unidos, un aliado
estratégico ante el cual los europeos siguen divididos.
Con esta cumbre "abrimos un nuevo capítulo" en la historia de la
alianza militar, dijo el secretario general de la OTAN, Jens
Stoltenberg, al abrir los trabajos en la sede de la institución, en
Bruselas.
En su primera cumbre de la OTAN, el demócrata Biden, por su parte, reiteró su
intención de "revitalizar" la relación en el seno de la poderosa
alianza militar, tras las frecuentes críticas que le hizo su predecesor
republicano Donald Trump.
"Quiero ser muy claro: la OTAN es de una importancia capital para
nuestros intereses y en sí misma", expresó el mandatario
estadounidense, quien volvió a hacer referencia a una "obligación
sagrada" de su país con la alianza.
El
mandatario también advirtió que la OTAN enfrenta nuevos desafíos planteados por
la presencia de Rusia y China.
"Hay un reconocimiento creciente en los últimos años de que tenemos nuevos
desafíos. Tenemos a Rusia, que se comporta de modo diferente de lo que
esperábamos, y tenemos a China", expresó, informó la agencia de noticias
AFP.
En este sentido, Stoltenberg, dijo que "no habrá una nueva guerra fría
con China, pero debemos enfrentar los desafíos planteados por China a nuestra
seguridad".
Washington mantiene al gigante asiático en el centro de sus
preocupaciones, pero los europeos están más concentrados en la difícil relación
con Rusia.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan,
dijo que la larga declaración que será emitida al fin de la cumbre mencionará a
China pero que "el lenguaje no será incendiario".
Para el núcleo europeo de la OTAN, la "prioridad número uno" en la
definición de una estrategia de largo plazo es una reflexión profunda sobre
Rusia.
La reunión de la OTAN llega dos días antes de que Biden celebre su primera
cumbre con el presidente ruso, Vladimir Putin, el miércoles en
Ginebra, Suiza.
Stoltenberg apuntó que "queremos enviar un mensaje importante a Moscú:
estamos unidos y Rusia no logrará dividirnos".
En la óptica de los países europeos, la decisión de Estados Unidos y Rusia de
abandonar tratados sobre control de fuerzas nucleares deja a la región más
vulnerable.
El papel de Turquía
Otro tema de permanente tensión en las discusiones de la OTAN es el
papel de Turquía, un aliado difícil que, sin embargo, podría desempeñar un
rol central en el futuro inmediato en Afganistán.
Ante la decisión de la OTAN de retirarse de Afganistán después de dos décadas,
Turquía adelantó estar dispuesta a asumir la seguridad del aeropuerto de Kabul,
una pieza esencial en cualquier escenario.
Por ello, durante la reunión Biden pretende mantener un encuentro directo con
su par turco, Recep Tayyip Erdogan, para tratar del tema.
Biden y sus aliados de la OTAN también buscan contrarreloj reconstruir su
unidad con relación a Afganistán, después que el Gobierno de Trump anunció su
retirada de ese país sin consultar son los otros miembros de la alianza
militar.
La sensible cuestión de la financiación de la OTAN estará presente en las discusiones.
El asunto estalló cuando Trump se quejó amarga y públicamente que los países europeos no aportaban suficientes fondos para la OTAN, y desde entonces la discusión apenas pasó a ser mantenida en voz baja.
Gastos
militares en tiempos de pandemia
En total, 21 países de Europa son miembros de la OTAN, pero solamente ocho han
cumplido el compromiso de destinar el 2% de su PIB a gastos militares, una meta
que en tiempos de crisis sanitaria global parece lejos de la
realidad.
Stoltenberg llegó a lanzar una iniciativa para que la alianza militar sea
dotada de fondos comunes para poder "gastar más y mejor".
La idea recibió el apoyo de Alemania, país que no destina el 2% de su PIB a la
defensa, y fuertes críticas de Francia, que sí lo hace.
La expectativa es que Biden baje un poco el airado tono usado por Trump para
reclamar del aporte financiero europeo, pero igualmente deberá presionar a los
países europeos y Canadá a que alcancen la meta de 2% del PIB destinados de la
defensa.
Fuente:telam.com.ar


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